Estados Unidos reabrirá el lunes sus fronteras terrestres y aéreas a los pasajeros internacionales vacunados con el esquema completo contra el COVID-19, con lo que pone fin al cierre en vigor decretado en marzo de 2020.
Concluye así la larga espera desde regiones como Europa, que aguardaba visiblemente molesta una medida recíproca por parte de Washington desde que la Unión Europea (UE) abriera sus puertas a estadounidenses vacunados a comienzos de verano.
Estas restricciones de viaje, aplicadas inicialmente por el expresidente Donald Trump (2017-2021), fueron mantenidas por el actual mandatario, Joe Biden, quien llegó a la Casa Blanca en enero pasado.
A partir de mañana, según informó la Casa Blanca, los extranjeros que quieran entrar a Estados Unidos para visitas consideradas no esenciales, como el turismo o la mayoría de los encuentros familiares, podrán hacerlo tanto por vía aérea como por las fronteras terrestres de México y Canadá.
También podrán hacerlo los viajeros internacionales que estén vacunados y que vuelen desde los países sometidos hasta ahora a restricciones de viaje por la pandemia, una lista que incluía a los 26 Estados europeos del espacio Schengen, además del Reino Unido, Irlanda, Brasil, China, Irán, Sudáfrica e India.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) ha advertido ya que prevé que ante “el mayor volumen de viajeros, los tiempos de espera en las aduanas se prolonguen” por lo que recomienda contar con los documentos a mano y mostrar “paciencia”, según indicó en un comunicado divulgado la semana pasada.
La apertura de fronteras se produce poco después de que Estados Unidos alcanzara el 70 por ciento de su población adulta completamente vacunada, está ya administrando dosis de refuerzo a los mayores de 65 años, y comenzara esta semana la vacunación de los niños y niñas de entre 5 y 11 años.
Vacunas aceptadas
Estados Unidos aceptará todas las vacunas que hayan sido autorizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluida la de AstraZeneca.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) consideran que una persona está “plenamente vacunada” si han pasado 14 días desde que recibió una vacuna de una sola dosis aceptada o desde que recibió la segunda de una vacuna de dos dosis.
Por ahora, la OMS no ha autorizado algunas de las vacunas que se están administrando en Latinoamérica, como la rusa Sputnik V y la china CanSino.
Los CDC consideran que una persona está plenamente vacunada 14 días después que haya recibido dos dosis de cualquier combinación “mezclada” de vacunas aceptadas contra el COVID-19, administradas con al menos 17 días de pausa.
Test obligatorio
Además de la obligación de la vacuna, los pasajeros internacionales deberán presentar una prueba negativa de COVID (PCR o antígenos) realizada tres días antes del viaje a Estados Unidos.
Los viajeros internacionales completamente vacunados no deberán cumplir cuarentena una vez llegan a territorio estadounidense, pero sí que deberán facilitar datos de contacto para facilitar el rastreo en caso de contagio.
En el caso de los estadounidenses podrán entrar al país sin vacuna, pero deberán tener la prueba negativa de un test realizado un día antes del viaje a Estados Unidos, y deberán volver a someterse a otro tras su regreso al país.
A los niños de entre 2 y 17 años no se les exigirá estar vacunados para entrar a Estados Unidos, pero sí deberán cumplir con la condición de presentar un test negativo realizado tres días del viaje.
Los menores de 2 años están exentos tanto de vacuna como de test.