La tarde de este miércoles 17 de diciembre, el gobierno de Venezuela informó que el presidente Nicolás Maduro sostuvo comunicación con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, “para alertar sobre la escalada de amenazas contra Venezuela y sus graves implicaciones para la paz regional.
Durante la llamada, Maduro “denunció las recientes manifestaciones públicas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en una red social, en las que afirmó de manera inaceptable que el petróleo, las riquezas naturales y el territorio venezolano le pertenecían”.
En un comunicado, dijo que “estas expresiones de abierto carácter colonial fueron secundadas por el alto funcionario estadounidense Stephen Miller, quien aseguró que la industria petrolera venezolana también les pertenecía".
Ante estas afirmaciones, Maduro “subrayó que tales declaraciones deben ser rechazadas categóricamente por el sistema de Naciones Unidas, por constituir una amenaza directa a la soberanía, al derecho internacional y a la paz”.
Expuso además “el asedio político, diplomático y económico contra Venezuela, así como la intensificación de una campaña de falsedades y amenazas militares, que ha incluido hechos de piratería moderna, como el asalto a un buque que transportaba petróleo venezolano legítimamente comercializado. Calificó estas acciones como parte de una ‘diplomacia de la barbarie’, ajena a la convivencia internacional, y reiteró la voluntad de Venezuela de defender una diplomacia digna, el diálogo y la paz”.
Por su parte, agregó, António Guterres reafirmó su compromiso con el derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas. “Expresó su solidaridad con el pueblo venezolano y destacó la necesidad de evitar cualquier escalada o confrontación, señalando que un conflicto armado en la región carece de justificación y sería estéril, con consecuencias graves para la estabilidad regional y la zona de paz de América Latina y el Caribe”.
El Secretario General informó que dará seguimiento a la situación y que acompañará su abordaje en el Consejo de Seguridad, promoviendo la desescalada y privilegiando siempre la diplomacia, el diálogo y la solución pacífica de las controversias.



