El gobierno de Estados Unidos endureció su postura frente a Venezuela tras la incautación de un buque petrolero en el mar Caribe, operación que elevó la tensión en la región y generó nuevas acusaciones de “piratería” desde Caracas.
Sin embargo, la Casa Blanca afirmó que el presidente Donald Trump “no está interesado en una guerra prolongada” y que las acciones recientes forman parte de una estrategia más amplia en el hemisferio.
Durante la conferencia de prensa diaria, la secretaria de prensa Karoline Leavitt reiteró que el mandatario “definitivamente” no contempla un conflicto armado a gran escala.
Señaló que Trump “ha sido muy claro al respecto: quiere paz”, aunque también busca frenar “el tráfico de drogas ilegales a EU, que toman la vida de cientos de miles estadounidenses”.
La funcionaria sostuvo que el presidente “piensa en eso todos los días” y justificó la presencia militar reforzada en el Caribe bajo ese argumento.
La tensión aumentó luego de que fuerzas estadounidenses abordaron un petrolero sancionado desde hace años y vinculado a Venezuela.
Según Leavitt, el buque se encuentra rumbo a un puerto estadounidense para ser sometido a un proceso judicial. “Hay un proceso legal para la confiscación de ese petróleo, y ese proceso legal será llevado a cabo”, explicó. La funcionaria también precisó que la tripulación está siendo interrogada y que el cargamento “está en proceso de decomiso”.
La portavoz contradijo así declaraciones del propio Trump del día anterior, al asegurar que EU no se quedará con el crudo sin pagar, pues la incautación implica trámites formales. Caracas calificó el acto como “robo descarado” y “piratería”, mientras que Washington insiste en que no permitirá que buques sancionados transporten crudo de contrabando cuyo beneficio, afirma, se destina a financiar “el narcoterrorismo de regímenes ilegítimos”.
Consultada sobre si la campaña en el Caribe se enfoca en el tráfico de drogas o en el petróleo venezolano, Leavitt respondió que “Estados Unidos está centrado en lograr varias cosas en el hemisferio occidental”, y destacó que Trump ha adoptado “un enfoque nuevo que no ha sido tomado por ninguna administración desde hace bastante tiempo”.
