Pese al aumento de tensiones militares en el Caribe y a que Washington acaba de clasificar al Cártel de los Soles —que, según Estados Unidos, está encabezado por Nicolás Maduro— como organización terrorista extranjera, el gobierno de Donald Trump está preparando un contacto directo con el mandatario venezolano.
De acuerdo con revelaciones del portal Axios y de funcionarios citados bajo anonimato, el republicano ha informado a su equipo que planea sostener una conversación telefónica con Maduro, un giro notable luego de años de presión máxima.
Hasta ahora, la comunicación no tiene una fecha concreta y permanece “en fase de planificación”, según las fuentes consultadas. La posibilidad de un diálogo surge en el mismo momento en que entra en vigor la designación del “cártel de los Soles” como grupo terrorista, un paso que, para altos cargos estadounidenses, les brinda justificación para avanzar hacia una nueva etapa de acciones en torno a Venezuela.
Pese a ello, un funcionario aseguró a Axios que “nadie planea entrar y dispararle o secuestrarlo (a Maduro), en este momento. No diría que nunca vaya a ser así, pero ese no es el plan en este momento”, declaraciones que subrayan que, aunque Estados Unidos ha desplegado miles de elementos militares en la región, una intervención directa no estaría en el corto plazo.
En las últimas semanas, Washington ha intensificado su postura: el Departamento de Estado oficializó la inclusión del cártel de los Soles en la lista de organizaciones terroristas extranjeras, mientras que la Administración Federal de Aviación emitió un aviso a aerolíneas para “extremar la precaución” al sobrevolar territorio venezolano y el sur del Caribe por la “situación potencialmente peligrosa” derivada del incremento de actividad militar.
Esto ha llevado a la cancelación de múltiples rutas internacionales hacia Venezuela.
El despliegue militar también ha aumentado. Estados Unidos mantiene en la zona a más de 4 mil efectivos, varios buques destructores, transportes anfibios, un crucero lanzamisiles y el submarino nuclear USS Newport News, parte de la operación que Washington asocia al combate contra grupos vinculados al narcotráfico.
De acuerdo con reportes, la campaña —que ha atacado embarcaciones desde septiembre— suma más de 80 personas muertas en acciones que especialistas describen como ejecuciones extrajudiciales.
A pesar de este escenario y del tono hostil que ha caracterizado la relación bilateral, Trump no descarta explorar una salida diplomática. Hace ocho días afirmó que “es posible que vayamos a hablar, que vayamos a tener conversaciones con Maduro. Veremos cómo resulta. A ellos les gustaría hablar”.
Paralelamente, medios estadounidenses han reportado que la administración habría autorizado operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano, mientras se reactivaban canales de diálogo previamente congelados.
El intento de comunicación directa no sería inédito: en los primeros meses del actual mandato, el enviado especial Richard Grenell realizó gestiones directas en Caracas que permitieron la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos y la reanudación de vuelos de repatriación.



