El presidente de Colombia, Gustavo Petro, autorizó la publicación de sus gastos personales en un intento por demostrar que sus ingresos no están vinculados al narcotráfico, luego de ser incluido en la llamada “Lista Clinton” de la OFAC de Estados Unidos.
La revelación se basó en un informe de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), que abarca movimientos desde 2023 hasta mediados de 2025.
En ese análisis se identificaron diversos tipos de gastos: pagos en hoteles, restaurantes y comercios del exterior, así como transferencias para una hipoteca.
Entre los desembolsos más llamativos figuran compras en marcas de lujo como Gucci, Prada y La Rinascente, realizadas durante viajes internacionales.
Pero quizás el gasto más controvertido fue uno registrado en mayo de 2023: 209 969 pesos colombianos (unos 56 dólares) en el Ménage Strip Club, un club nocturno para adultos en Lisboa.
Petro afirma que esta transparencia busca disipar las dudas de su relación con el narcotráfico. En su cuenta de X, escribió:
“He publicado mis cuentas desde el 2022 hasta la fecha, y quisiera que fuera desde más atrás, para que no quede duda de mis ingresos… pueden investigar lo que quieran sobre ellas y comparar con mi declaración de renta que he hecho públicas también.”
La decisión responde, al menos en parte, a la inclusión de Petro (junto con su esposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás y su ministro del Interior, Armando Benedetti) en la lista de la OFAC por presuntas “afectaciones” a sus cuentas.
Por su parte, analistas de la UIAF aseguran que era su deber monitorear las finanzas del presidente tras recibir alertas sobre movimientos inusuales.
Este episodio ha reabierto el debate sobre la transparencia y los límites entre la vida privada de un mandatario y su responsabilidad pública, sobre todo cuando se trata de gastos que pueden generar polémica.
