Una trabajadora doméstica guatemalteca, María Florinda Ríos Pérez de Velásquez, de 32 años, fue asesinada a tiros en Whitestown, Indiana, después de acudir por error a una dirección equivocada para realizar labores de limpieza.
Las autoridades estadounidenses investigan si el propietario de la vivienda actuó amparado bajo la “doctrina del castillo”, una ley estatal que permite usar fuerza letal para impedir una presunta entrada ilegal.
De acuerdo con el Departamento de Policía Metropolitana de Whitestown, Ríos Pérez y su esposo llegaron la mañana del miércoles a lo que creían era el domicilio donde debían trabajar.
El propietario del inmueble abrió fuego tras pensar que intentaban ingresar sin autorización. Cuando los agentes acudieron al lugar, la mujer ya había fallecido.
La Oficina del Forense del condado de Boone confirmó que “la causa de la muerte es homicidio y que la muerte fue resultado de una herida de bala en la cabeza”. Sin embargo, la policía aclaró que el término homicidio “no implica intención criminal ni culpabilidad legal”, pues es una clasificación médica que solo indica que una persona causó la muerte de otra.
Hasta ahora, no se ha revelado la identidad del tirador ni se han realizado arrestos. Las autoridades indicaron que el caso fue turnado a la Fiscalía del condado de Boone para determinar si se presentarán cargos.
“Este es un caso complejo, delicado y en constante evolución, por lo que divulgar esta información sería inapropiado y potencialmente peligroso”, explicó la Policía de Whitestown, que pidió al público “paciencia y que permita que el proceso de investigación concluya”.
El fiscal del condado, Kent Eastwood, reconoció que la decisión sobre posibles cargos no será sencilla. “Es necesario comprender todos los detalles para entender qué sucedió y qué es razonable”, señaló. “Una de las cosas más difíciles hoy en día es ponerse de acuerdo sobre qué es razonable. Como fiscal, esas son cuestiones con las que tenemos que lidiar”.
Ríos Pérez era madre de cuatro hijos y llevaba siete meses trabajando junto a su esposo, Mauricio Velásquez, en la limpieza de casas. Él relató que se encontraba con ella en el momento del ataque y que no se dio cuenta de que le habían disparado hasta que la vio caer en sus brazos, gravemente herida.
La familia informó que planea trasladar el cuerpo a Guatemala para su sepultura. En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores guatemalteco confirmó que la víctima era originaria de Quetzaltenango y expresó su solidaridad con los deudos.
En incidentes similares, tribunales de otros estados han logrado condenas contra propietarios que dispararon a personas que simplemente se equivocaron de dirección.



