En Estados Unidos, el tema actual más importante es el del government shutdown, o cierre de gobierno.
En Nación321 te decimos qué significa esta situación y cómo afecta al país.
Un cierre de gobierno ocurre cuando el Congreso no aprueba las leyes de financiación necesarias para la operación del gobierno federal antes del comienzo de un nuevo año fiscal (1 de octubre).
Al darse esta situación, se recurre a la suspensión temporal de diferentes servicios y programas del gobierno que son considerados como “no esenciales”.
En su Constitución, EU establece que el Congreso debe aprobar el presupuesto para que todos los programas locales de gobierno sigan su rumbo, sin embargo, al no haber un acuerdo entre legisladores tanto en la Cámara de Representantes y el Senado y el Presidente no firma una ley de presupuesto como solución provisional antes de la fecha límite, las agencias federales están obligadas a cesar operaciones no esenciales debido a la falta de fondos.
SITUACIÓN ACTUAL
De momento, el cierre del gobierno estadounidense actual ya es el más largo de la historia, mientras el estancamiento entre demócratas y republicanos se prolonga.
Millones de personas podrían perder ayuda alimentaria, ya que los subsidios a la atención médica están a punto de expirar y hay pocas conversaciones reales entre los partidos sobre cómo ponerle fin.
El presidente Donald Trump declaró en una entrevista emitida el domingo que “no seré extorsionado” por los demócratas, que exigen negociaciones para extender los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible que expiran a fin de año para millones de estadounidenses.
Los comentarios de Trump indican que el cierre podría continuar por algún tiempo, mientras los trabajadores federales, incluidos los controladores de tráfico aéreo, están a punto de perder más cheques de pago y hay incertidumbre sobre si los 42 millones de estadounidenses que reciben ayuda alimentaria federal podrán acceder a esa asistencia.
Los demócratas del Senado han votado por ahora 13 veces en contra de reabrir el gobierno, insistiendo en que están dispuestos a reabrirlo pero que Trump y los republicanos deben negociar sobre el tema del programa de salud.
El pasado miércoles, Trump presionó a los senadores republicanos para poner fin al cierre de gobierno, que ya se convirtió en el más largo en la historia del país, culpando al estancamiento de la derrota del partido en las contiendas electorales del día anterior. Los resultados de los comicios, por su parte, envalentonaron a los demócratas.
Trump, cuyo primer mandato en la Casa Blanca estableció el récord anterior para un cierre gubernamental, dijo que este fue un “gran factor, negativo” en las contiendas del martes.
Reiteró sus demandas para que los republicanos eliminen las tácticas de obstruccionismo en el Senado como una vía para reabrir el gobierno, algo que los senadores se han negado a hacer.
Impulsados por sus victorias electorales, los demócratas también endurecieron su postura. La cúpula del partido señaló que es hora de que Trump se tome en serio la negociación para poner fin al estancamiento. Exigieron que deje de estar al margen y se reúna con los líderes legislativos para resolver el problema de los subsidios de atención médica en torno a los cuales gira el debate.
“Los resultados electorales deberían ser una clara señal de advertencia para Donald Trump de que debe reunirse con nosotros para poner fin a esta crisis”, dijo el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
Ahora en su día 38, el cierre y sus impactos se han profundizado a nivel nacional. Los cierres federales están alterando la vida de millones de estadounidenses con recortes a programas, retrasos en vuelos y trabajadores que buscan la forma de salir adelante sin un salario.
Las autoridades han advertido que se avecina lo peor, como un caos en los cielos del país si el cierre se prolonga hasta la próxima semana y los controladores de tráfico aéreo pierden otro cheque.
La clave para cualquier desenlace serán una serie de acuerdos que no sólo deberán contar con el respaldo del Senado, sino también de la Cámara de Representantes y la Casa Blanca.
En primer lugar, senadores de ambos partidos, en particular los poderosos miembros de la Comisión de Asignaciones del Senado, están presionando para garantizar que el proceso normal de financiamiento gubernamental en el Congreso pueda volver a encarrilarse.
Por su parte, el secretario de Transporte, Sean Duffy, destacó en la ABC que ya ha habido retrasos en varios aeropuertos “y solo va a empeorar”.
Muchos de los trabajadores se enfrentan a una decisión, dijo. “¿Pongo comida en la mesa de mis hijos, pongo gasolina en el coche, pago mi alquiler o voy a trabajar y no me pagan?”.
A medida que los retrasos de vuelos en todo el país aumentaron, el departamento de gestión de emergencias de la ciudad de Nueva York publicó el domingo que el Aeropuerto de Newark estaba bajo un retraso en tierra debido a “escasez de personal en la torre de control” y que estaban limitando las llegadas al aeropuerto.
“El retraso promedio es de aproximadamente dos horas, y algunos vuelos tienen más de tres horas de retraso”, publicó la cuenta.
Crisis de SNAP
También en la línea de fuego están los 42 millones de estadounidenses que reciben ayuda en base al programa asistencial conocido como SNAP.
El Departamento de Agricultura planeaba retener 8 mil millones dólares necesarios para los pagos al programa a partir del sábado hasta que dos jueces federales ordenaron a la administración que lo financiara.
La administración de Trump indicó en la corte el lunes que solo financiará parcialmente SNAP este mes utilizando un fondo de emergencia de 4 mil 650 millones de dólares.
Eso dejó el programa en incertidumbre sin una indicación clara de cuánto recibirán los beneficiarios o cuándo se cargarán sus tarjetas para comprar alimentos.
El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Jeffries, de Nueva York, acusó a Trump y a los republicanos de intentar “instrumentalizar el hambre”.
Observó que el gobierno ha encontrado formas de financiar otras prioridades durante el cierre, pero está retrasando la distribución de beneficios de SNAP a pesar de las órdenes judiciales.
“Pero de alguna manera no encuentran dinero para asegurarse de que los estadounidenses no pasen hambre”, dijo Jeffries en el programa “State of the Union” de CNN.




