En una reciente intervención ante medios, el presidente ruso Vladimir Putin señaló que Rusia está desarrollando y probando armas nucleares, y dejó claro que reanudaría pruebas nucleares si otras potencias lo hacen.
Putin aseguró que el ejército ruso tiene nuevos sistemas que “ya se están probando” y que la suspensión de ensayos nucleares por parte de Moscú no es absoluta en las condiciones actuales de “amenaza global”.
“Si hacen las pruebas, nosotros también lo haremos”, advirtió el mandatario en referencia a otras naciones.
Estas declaraciones se producen en medio de una escalada de tensiones con Occidente, donde Estados Unidos y sus aliados han expresado preocupación por el posible reinicio de pruebas nucleares por parte de Rusia. Moscú también ha criticado que Washington ejerce presión e interviene en la esfera internacional de armas estratégicas.
El anuncio conecta con recientes pruebas rusas de armamento avanzado, como el supertorpedo Poseidón capaz de portar ojivas nucleares que el gobierno reconoció como exitosas, lo que para analistas refuerza la narrativa de un Kremlin que busca mantener la capacidad disuasoria sin declarar explícitamente ensayos nucleares tradicionales.
Ante este panorama, la comunidad internacional observa con atención debido a que desde 1992 no se registran ensayos nucleares explosivos declarados por parte de Rusia o Estados Unidos, lo cual convierte cualquier señal de cambio en una alerta para los mecanismos de control de proliferación existentes.



