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¿Qué pasa en Río de Janeiro? Esto ocurrió en la letal redada que dejó más de 130 muertos

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Brasil.Lo que comenzó como un operativo par detener a líderes criminales terminó como una masacre sin precedentes en Brasil

RÍO DE JANEIRO, Brasil.- Una letal redada policial y las subsecuentes escaramuzas con una banda de narcotraficantes incrustada en barrios pobres de Río de Janeiro dejaron al menos 132 muertos, informaron autoridades este miércoles, al día siguiente de que el masivo operativo suscitó denuncias de uso excesivo de fuerza.

La cifra de muertos fue un aumento respecto a lo que las autoridades originalmente dijeron sobre lo ocurrido en las favelas de Penha y Complexo de Alemao.


Felipe Curi, secretario de la policía del estado de Río, declaró en una conferencia de prensa que se encontraron cuerpos adicionales en un área boscosa donde, según él, llevaban camuflaje mientras luchaban con las fuerzas de seguridad. Dijo que los residentes locales habían retirado ropa y equipo de los cuerpos y que ello se investigaría como manipulación de pruebas.

“Estos individuos estaban en el bosque, equipados con ropa de camuflaje, chalecos y armas. Ahora muchos de ellos aparecieron en ropa interior o pantalones cortos, sin equipo, como si hubieran pasado por un portal y cambiado de ropa”, indicó Curi.

El miércoles temprano, en el barrio de Penha, los residentes habían rodeado muchos de los cuerpos —recogidos en camiones y exhibidos en una plaza principal— y gritaron “masacre” y “justicia” antes de que las autoridades forenses llegaran para recuperar los restos.

La cifra oficial de arrestados se situó en 113, frente a los 81 citados anteriormente, señaló Curi. Anteriormente, el gobierno estatal sostuvo que fueron decomisados 93 rifles y más de media tonelada de drogas.

Policías y soldados lanzaron la redada en helicópteros, vehículos blindados y a pie, apuntando a la banda Comando Rojo.

Atrajeron disparos y otras represalias de los miembros de la banda, causando escenas de caos en toda la ciudad el martes 28 de octubre. Las escuelas en las áreas afectadas cerraron, una universidad local canceló las clases y las carreteras fueron bloqueadas con autobuses utilizados como barricadas.

El miércoles por la mañana, el activista local Raull Santiago aseguró que formaba parte de un equipo en Penha que encontró unos 15 cuerpos antes del amanecer.

Vimos personas ejecutadas: disparos en la espalda, disparos en la cabeza, heridas de arma blanca, personas atadas. Este nivel de brutalidad, el odio esparcido, no hay otra forma de describirlo, excepto como una masacre”, afirmó Santiago.

El gobernador Claudio Castro aseveró el martes que Río de Janeiro estaba en guerra contra el “narcoterrorismo”, un término que evoca la retórica usada por la administración del presidente estadounidense Donald Trump en su campaña actual de atacar embarcaciones en las aguas cercanas a América Latina.

El gobierno estatal de Río expresó que los pandilleros muertos habían resistido la acción policial.

Río de Janeiro ha sido escenario de redadas policiales letales durante décadas. En marzo de 2005, unas 29 personas murieron en la región de Baixada Fluminense, mientras que en mayo de 2021, 28 perdieron la vida en la favela de Jacarezinho.

Pero la escala y letalidad de la operación del martes no tienen precedentes. Organizaciones no gubernamentales y el organismo de derechos humanos de la ONU rápidamente expresaron preocupaciones sobre el alto número de muertes reportadas y pidieron investigaciones.

Los objetivos declarados de la operación eran capturar líderes y limitar la expansión territorial de la banda criminal Comando Vermelho (Comando Rojo), que ha aumentado su control sobre las favelas en los últimos años.

Supuestamente, los miembros de la banda atacaron a la policía con al menos un dron. El gobierno estatal de Río de Janeiro compartió un video en X que parecía mostrar un dron disparando un proyectil desde el cielo.

El gobernador Castro, del opositor Partido Liberal conservador, afirmó el martes que Río estaba “solo en esta guerra”. Afirmó que el gobierno federal debería estar proporcionando más apoyo para combatir el crimen, en una crítica a la administración del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

Por su parte, el presidente de Brasil afirmó estar “horrorizado” con las imágenes de la masacre.

Y es que en redes sociales circulan videos de cómo los cuerpos inertes son apilados en las calles, en medio de un clima de dolor y desesperación.

Especialistas ya afirman que se trata de la peor masacre en la historia de Río de Janeiro.

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