El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó este lunes que “a partir del 1 de noviembre de 2025, todos los camiones medianos y pesados que ingresen a Estados Unidos desde otros países tendrán un arancel del 25%”, según publicó en su cuenta de Truth Social.
Inicialmente, el mandatario había señalado que los aranceles entrarían en vigor el 1 de octubre, pero la fecha se pospuso tras escuchar las peticiones de fabricantes preocupados por el impacto económico. La medida ha sido objeto de una intensa campaña de cabildeo por parte de los fabricantes tradicionales de Detroit.
El anuncio está vinculado a una investigación iniciada en abril por el Departamento de Comercio de Estados Unidos sobre las importaciones de camiones pesados. La pesquisa, realizada bajo el Artículo 232 de la Ley de Expansión Comercial, permite imponer impuestos a la importación de bienes considerados críticos para la seguridad nacional.
El estudio se centró en camiones medianos y pesados que pesaban más de 10 mil libras y sus repuestos, y aseguró que un “pequeño número” de proveedores extranjeros constituían la mayor parte de las importaciones estadounidenses debido a “prácticas comerciales depredadoras”.
Trump defendió la medida como un mecanismo para proteger la industria local. En una publicación anterior, indicó que los aranceles son necesarios para “proteger a nuestros grandes fabricantes de camiones pesados de la competencia externa desleal”.
Nick Iacovella, de la Coalición para una América Próspera, describió los aranceles como “una gran victoria para los trabajadores y los grandes fabricantes estadounidenses”. Añadió que “esta medida fortalecerá a este sector vital y lo protegerá de la competencia extranjera desleal”.
El año pasado, Estados Unidos importó cerca de 245 mil camiones medianos y pesados, un comercio que suma más de 20 mil millones de dólares, según datos del Departamento de Comercio. Empresas como Freightliner de Daimler Truck Holding AG, Mack Trucks Inc. de Volvo Group y Peterbilt y Kenworth de Paccar Inc. podrían verse afectadas por la medida.
Algunas compañías dependen en gran medida de las importaciones. International Motors LLC, antes Navistar, obtiene aproximadamente el 98% de sus camiones desde México, mientras que Daimler reporta un 83%. En contraste, Paccar y Volvo producen casi todos sus camiones dentro de Estados Unidos.
Los nuevos gravámenes se suman a la lista de aranceles específicos por industria que Trump ha impuesto, incluyendo acero, aluminio, cobre, automóviles y autopartes. Además, se prevé que a partir del 14 de octubre se apliquen aranceles a madera blanda y aserrada, gabinetes de cocina, tocadores y productos de madera tapizada, con incrementos adicionales a partir del 1 de enero.
La Sección 232 mantiene investigaciones en curso sobre paneles solares, aviones comerciales, semiconductores, minerales críticos, robótica, dispositivos médicos y maquinaria industrial fabricada en el extranjero.
Estos aranceles sectoriales también otorgan mayor flexibilidad al presidente, dado que los gravámenes a nivel nacional, impuestos bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, enfrentan impugnaciones legales. La Corte Suprema tiene programada una audiencia sobre el tema para el próximo 5 de noviembre.
