Una fuerte tormenta de nieve fuera de temporada sorprendió a cientos de excursionistas que recorrían las laderas orientales del Monte Everest, en la frontera entre China y el Tíbet, y provocó un amplio operativo de rescate encabezado por las autoridades locales.
Medios estatales chinos informaron que alrededor de 350 personas lograron descender hasta la prefectura de Tingri, mientras que más de 200 continúan varadas a más de 4 mil 900 metros de altitud.
Un excursionista perdió la vida a causa de hipotermia y mal de altura en el Valle del Tigre, en el noroeste de Qinghai, reportó la cadena CCTV.
La nevada, descrita por testigos como “extrema” y “violenta”, coincidió con la llamada “Semana Dorada”, un periodo de vacaciones nacionales que atrajo a numerosos turistas y montañistas a la región. Las condiciones del clima tomaron por sorpresa a los visitantes, quienes enfrentaron temperaturas bajo cero, ventiscas y descargas eléctricas.
“Fue el clima más extremo que he enfrentado en todas mis experiencias de senderismo, sin lugar a dudas”, relató el alpinista chino Dong Shuchang, de 27 años, en una red social. Dijo haber experimentado una “violenta tormenta de nieve convectiva en la ladera oriental” del Everest, donde el hielo hacía casi imposible avanzar. “Nuestros cortavientos y impermeables no servían para la nieve. Todos estábamos empapados”, agregó.
Otros excursionistas contaron que la intensidad del temporal destruyó tiendas de campaña y bloqueó caminos, obligando a muchos a refugiarse en improvisados campamentos. “Miré hacia arriba en medio de la noche y vi que la nieve casi había cubierto la cima”, escribió un usuario en la plataforma Xiaohongshu. “Fue la primera vez que sentí realmente el miedo de ser enterrado vivo”, añadió.
Equipos de emergencia y habitantes locales trabajan desde el fin de semana para despejar las rutas y rescatar a los grupos atrapados, utilizando yaks, caballos y maquinaria pesada. Una mujer que fue evacuada contó a la BBC que su esposo aún permanece en la montaña, descendiendo lentamente por la espesa capa de nieve.
“Incluso para los rescatistas no es fácil; necesitan despejar la nieve para abrir un camino”, explicó. “Espero que el equipo de mi esposo llegue al equipo de rescate sano y salvo”.
Las autoridades del Tíbet advirtieron que las labores continuarán hasta localizar a todas las personas reportadas, mientras se mantienen las alertas por posibles nuevas nevadas en la zona.