Una niña de dos años elegida como la nueva diosa viviente de Nepal fue llevada por miembros de su familia desde su hogar en un callejón de Katmandú hasta un templo-palacio durante el festival hindú más largo e importante del país.
Aryatara Shakya, de dos años y ocho meses, fue elegida como la nueva kumari o “diosa virgen”, reemplazando a la titular que, según la tradición, se convierte en una simple mortal al llegar a la pubertad.
Las diosas vivientes son adoradas tanto por hindúes como por budistas. Las niñas son seleccionadas entre los dos y cuatro años y deben tener piel, cabello, ojos y dientes impecables. No deben tener miedo a la oscuridad.
Durante los festivales religiosos, la diosa viviente es llevada en un carro tirado por devotos. Siempre visten de rojo, recogen su cabello en moños altos y se les pinta un “tercer ojo” en la frente.
Familiares, amigos y devotos desfilaron con Shakya por las calles de Katmandú el martes, antes de entrar al templo-palacio que será su hogar durante varios años.
Los devotos se alinearon para tocar los pies de la niña con sus frentes, el mayor signo de respeto entre los hindúes en la nación del Himalaya, y le ofrecieron flores y dinero. La nueva kumari bendecirá a los devotos, incluido el presidente.