Ante la creciente exigencia global para suspender a los equipos israelíes del futbol, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, afirmó el pasado jueves e octubre que el organismo rector debe promover la paz y la unidad y no puede resolver problemas políticos.
En un periodo febril para la política del fútbol, Infantino lideró una reunión del consejo rector de la FIFA en Zúrich, que no tenía a Israel formalmente en la agenda, una semana antes de que se reanuden los partidos de la eliminatoria para la Copa del Mundo de 2026.
Posteriormente, se reunió en privado en la sede de la FIFA con el líder de la federación de futbol palestina, Jibril Rajoub, y elogió a su organización “por su resiliencia en este momento”.
La campaña contra los equipos israelíes por parte de los líderes del futbol europeo durante el conflicto de dos años en Gaza entró en una pausa después de una propuesta de paz formulada el lunes en la Casa Blanca por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Infantino destacó ante su consejo de 37 miembros “la importancia de promover la paz y la unidad, particularmente en el contexto de la situación actual en Gaza”, indicó la FIFA en un comunicado de prensa que no se refirió directamente a Israel.
“La FIFA no puede resolver problemas geopolíticos”, dijo Infantino en el comunicado. “Sin embargo, puede y debe promover el fútbol en todo el mundo aprovechando sus valores unificadores, educativos, culturales y humanitarios”.
La FIFA no programó una conferencia de prensa e Infantino no estuvo disponible para entrevistas.
El seleccionado de Israel debería ahora viajar para jugar partidos clasificatorios para la Copa del Mundo contra Noruega en Oslo el 11 de octubre e Italia en Udine tres días después.
Noruega fue una de las federaciones europeas de fútbol que instó a la UEFA a convocar una votación de su comité ejecutivo antes de la reunión de la FIFA en Zúrich para suspender a los equipos israelíes de las competiciones internacionales. El organismo de fútbol de Turquía pidió directamente a la UEFA y a la FIFA que suspendieran a Israel.
Cualquier votación del panel de 20 miembros de la UEFA probablemente aprobará la suspensión, dijeron a The Associated Press personas familiarizadas con las discusiones a pesar de la oposición de algunos miembros, incluidos Israel y Alemania.
La FIFA e Infantino, quien ha construido estrechos lazos con Trump antes de que Estados Unidos co-organice la Copa del Mundo el próximo año con Canadá y México, nunca fueron propensos a seguir cualquier votación de la UEFA. Esa posibilidad se volvió aún más distante la semana pasada cuando el Departamento de Estado de Estados Unidos afirmó que trabajaría para proteger el estatus de Israel en el fútbol.