En una nueva arremetida contra medios de comunicación, el presidente Donald Trump dijo que las cadenas de televisión estadounidenses deberían enfrentar un escrutinio sobre sus licencias si son demasiado críticas con él, en lo que constituye su amenaza de mayor alcance a las libertades de prensa.
“Cuando tienes una cadena y programas nocturnos, y lo único que hacen es atacar a Trump”, dijo Trump a los periodistas a bordo del Air Force One el jueves. “Creo que tal vez deberían retirarles la licencia”.
El presidente Donald Trump ha utilizado amenazas, demandas y presión gubernamental al tiempo que remodela el panorama mediático estadounidense, desatando sus quejas de larga data contra una industria que lo ha ridiculizado, criticado y despreciado durante años.
Ha obtenido acuerdos multimillonarios, forzado a las empresas a litigios costosos y provocado cambios en la programación que consideraba objetables.
En la más reciente victoria de Trump, ABC anunció el miércoles que el programa de Jimmy Kimmel sería retirado del aire por los comentarios del comediante sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. Las declaraciones de Kimmel incluían referencias a la ideología política disputada del sospechoso.
Horas antes de la decisión de ABC, Brendan Carr, el jefe de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) elegido por Trump, advirtió que la emisora y sus afiliadas locales podrían enfrentar repercusiones si Kimmel no era castigado.
Trump ya ha llegado a acuerdos con ABC y CBS sobre su cobertura. Ha presentado demandas por difamación contra The Wall Street Journal y The New York Times.
Los republicanos en el Congreso retiraron la financiación federal de NPR y PBS. En la FCC, Carr ha utilizado su influencia en la comisión reguladora de comunicaciones del país para apuntar a programas de diversidad, equidad e inclusión y para erradicar lo que describe como sesgo liberal.
Los esfuerzos de Trump parecen estar escalando después del asesinato de Kirk, con implicaciones más amplias para el futuro de las protecciones de la libertad de expresión, que han sido un pilar del sistema político estadounidense.
La fiscal general Pam Bondi dijo recientemente que “absolutamente te apuntaremos, iremos tras de ti, si estás apuntando a alguien con discurso de odio”. Sus palabras alarmaron a los defensores que temen que una definición elástica del término pueda usarse para criminalizar la disidencia.
Con información de AP