El presidente Donald Trump planea firmar una orden ejecutiva este viernes para cambiar el nombre del Departamento de Defensa a Departamento de Guerra, en su último esfuerzo por proyectar una imagen de firmeza para las fuerzas armadas estadounidenses.
El presidente republicano no puede cambiar formalmente el nombre sin una legislación, que su administración solicitaría al Congreso. Mientras tanto, Trump autorizará al Pentágono a usar “títulos secundarios” para que el departamento pueda conservar su nombre original.
Los planes fueron revelados por un funcionario de la Casa Blanca, que solicitó el anonimato antes del anuncio público, y se detallaron en una hoja informativa de la Casa Blanca.
El Departamento de Guerra se creó en 1789, el mismo año en que entró en vigor la Constitución de los Estados Unidos. Fue renombrado por ley en 1947, dos años después del final de la Segunda Guerra Mundial.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, publicó “DEPARTAMENTO DE GUERRA” en redes sociales después de que Fox News informara inicialmente sobre la orden ejecutiva.
Trump y Hegseth llevan mucho tiempo hablando de cambiar el nombre, y Hegseth incluso creó una encuesta en redes sociales sobre el tema en marzo.
Desde entonces, ha insinuado que su título como secretario de Defensa podría no ser permanente en múltiples eventos públicos, incluyendo un discurso en Fort Benning, Georgia, el jueves. Ante un auditorio lleno de soldados, declaró que “mañana podría tener un título ligeramente diferente”.
En agosto, Trump declaró a la prensa: “A todos les gusta que tuviéramos una increíble historia de victorias cuando era Departamento de Guerra. Luego lo cambiamos a Departamento de Defensa”.
Al ser confrontado con la posibilidad de que el cambio de nombre requiriera una ley del Congreso, Trump declaró a la prensa: “Simplemente lo haremos”.
“Estoy seguro de que el Congreso estará de acuerdo si es necesario”, añadió.
Esta medida es solo la última de una larga serie de cambios culturales que Hegseth ha implementado en el Pentágono desde que asumió el cargo a principios de año.
Al principio de su mandato, Hegseth presionó con fuerza para eliminar lo que consideraba el impacto de la “cultura progresista” en las fuerzas armadas, no solo eliminando los programas de diversidad del departamento, sino también eliminando de bibliotecas y sitios web material considerado divisivo.