El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, arribó este martes al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) para iniciar su visita oficial a México.
Durante su estancia, que culminará mañana con un encuentro con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en Palacio Nacional, se prevé que se aborden temas clave de la relación bilateral como seguridad, migración y el T-MEC.
Rubio, nacido en Miami en 1971, suele atribuir su trayectoria política a la decisión de sus padres de emigrar de Cuba en 1956 “en busca del sueño americano”.
Su padre trabajó como camarero en banquetes y su madre como ama de casa y camarera de hotel. Desde pequeño, asegura que aprendió el valor del esfuerzo, la fe y la familia, y fue su abuelo, testigo del comunismo en la isla, quien lo inspiró a dedicarse al servicio público.
Antes de llegar al gabinete presidencial, Rubio desarrolló una larga carrera política. Fue comisionado municipal en West Miami y presidente de la Cámara de Representantes de Florida, hasta que en 2010 conquistó un escaño en el Senado de Estados Unidos.
Desde ahí se convirtió en un actor central de la política exterior, integrando la Comisión de Relaciones Exteriores, la de Inteligencia y la de Asignaciones.
A lo largo de sus tres mandatos como senador, impulsó legislación clave contra los abusos de derechos humanos en China, como la Ley de prevención de trabajo forzoso uigur, además de leyes sobre Hong Kong y sanciones contra regímenes en Cuba y Venezuela.
También diseñó junto a otros legisladores el programa de protección de salarios “Paycheck Protection Program”, que buscó salvar a pequeñas empresas durante la pandemia de COVID-19.
En noviembre de 2024, el presidente Donald Trump lo nominó como secretario de Estado y, tras una confirmación unánime en el Senado (99-0), Rubio juró el cargo el 21 de enero de 2025. “Con el presidente Trump, la máxima prioridad del Departamento de Estado de Estados Unidos será Estados Unidos”, afirmó durante su audiencia de confirmación.
Hoy, Rubio es el funcionario hispanoamericano de más alto rango en la historia del gobierno estadounidense. Casado con Jeanette y padre de cuatro hijos, se ha consolidado como uno de los rostros más visibles de la política exterior de Washington.