El partido entre Independiente, de Argentina, y el visitante Universidad de Chile, por los octavos de final de la Copa Sudamericana, fue suspendido y cancelado la noche del miércoles al comienzo del segundo tiempo, debido a los actos violentos de hinchas en las gradas del estadio del club argentino.
Aunque aún se indaga cómo se desató la riña, se habla de por lo menos 97 detenidos y 111 heridos, varios de gravedad.
Una versión apunta que desde el sector visitante del estadio Libertadores de América en Buenos Aires, simpatizantes chilenos habrían lanzado objetos contra los hinchas locales, lo que obligó a la intervención policial y al desalojo parcial de ese sector.
A pesar de las medidas de seguridad, los episodios violentos continuaron y derivaron en choques entre ambas parcialidades. El árbitro uruguayo Gustavo Tejera ordenó detener el partido.
“El encuentro se encuentra provisoriamente suspendido por desmanes en la tribuna de la Universidad de Chile”, informó Independiente en su cuenta en la red social X. “A la espera de una resolución, los equipos se retiraron a los vestuarios”.
En videos difundidos en redes sociales se observa cómo los argentinos golpearon con palos y desnudaron a los aficionados visitantes. }
Otro video muestra cómo un hombre fue arrojado al vacío desde la grada después de que, aparentemente, otro lo empujó.
Una grabación más da cuenta de la forma en que otro hombre suplica que no se le agreda más y luego se desmaya tras recibir un certero golpe en la cabeza.
Con el marcador igualado 1-1 (2-1 a favor de la Universidad de Chile en el marcador global), la CONMEBOL comunicó luego en las redes sociales del torneo que el duelo se había cancelado “en función a la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad, que garanticen la continuidad del partido”.
La directiva de Independiente atribuyó exclusivamente al público visitante los hechos violentos.
“Ya hablamos con CONMEBOL y vamos a estar defendiendo a Independiente. No tenemos nada que ver, el problema fue de un sólo público”, aseveró el presidente del Rojo, Néstor Grindetti a TyC Sports.
Por su parte, la Universidad de Chile indicó que “en estos momentos, lo deportivo pasa a segundo plano. Nuestra máxima preocupación es conocer el estado de los hinchas agredidos brutalmente en el Estadio Libertadores de América".
Pero incluso el presidente chileno Gabriel Boric intervino en la controversia y afirmó que hubo chilenos agredidos.
“Lo sucedido en Avellaneda entre las hinchadas de Independiente y Universidad de Chile está mal en demasiados sentidos, desde la violencia en las barras hasta la evidente irresponsabilidad en la organización. La justicia deberá determinar los responsables”, escribió el mandatario en X.
“Dada la gravedad de lo sucedido ayer en Argentina con el inaceptable linchamiento de chilenos en el estadio de Independiente, he instruido al Ministro del Interior Álvaro Elizalde que viaje a Buenos Aires para, junto con el Embajador, acompañar personalmente a los heridos y revisar la situación de los detenidos", dijo.
Con información de AP