Comida desperdiciada, enormes filas en las sucursales de McDonald’s Japón, niños sin ‘cajitas felices’ y reventas a precios excesivos, fueron las consecuencias de una promoción que se salió de control en esta cadena de comida rápida.
Todo empezó el 9 de agosto, cuando McDonald’s Japón lanzó su nueva promoción para entregar una serie de cartas de edición especial de Pokémon.
Con cada Cajita Feliz venía un paquete de cinco cartas coleccionables y una llamó especial atención: una Pikachu a punto de comerse una hamburguesa.
La locura se desató entonces entre los fans de la franquicia y varios revendedores, quienes buscaron acaparar las cartas para revenderlas en internet.
Por ello, en el primer día de venta las sucursales de la cadena de comida rápida se llenaron de enormes filas de compradores, que aprovecharon que cada Cajita Feliz cuesta 500 yenes, unos 63 pesos, para busca la codiciada carta de Pikachu y revenderla sola por hasta 2 mil 500 yenes, unos 320 pesos.
Incluso, en internet se ofertaban paquetes de cinco cartas por hasta 24 mil yenes, es decir, 3 mil pesos.
Pero eso no fue lo peor, sino que, al conseguir las cartas, los revendedores comenzaron a tirar comida en el suelo, en las calles o justo afuera de las sucursales.
Aunque McDonald’s intentó limitar la compra de cajitas felices por cliente, esta estrategia falló e incluso en un caso la policía tuvo que intervenir por una riña entre revendedores.
Al final, McDonald’s dejo de vender su Cajita Feliz y se disculpó por los problemas causados a los clientes y la comida desperdiciada.