Estados Unidos desplegó más de cuatro mil marines en las aguas de América Latina y el Caribe para combatir a los cárteles del narcotráfico.
Esta información fue dada a conocer por la cadena CNN, que citó a dos fuentes de la defensa estadounidense.
Indicaron que estas acciones incluyen un submarino nuclear, aviones de reconocimiento P8 Poseidon, varios destructores y un barco de guerra equipado con misiles.
Aunque las tareas antidroga han recaído tradicionalmente en la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y no en el estamento militar, las cosas parecen haber cambiado con gobierno de Donald Trump.
Hace unos meses se hizo público una carta del secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien recordó que el ejército estadounidense tiene por tarea defender la patria, y eso incluye “sellar las fronteras, repeler toda forma de invasión, incluida la inmigración masiva, el tráfico de drogas, el contrabando de seres humanos y otras actividades criminales, así como deportar a inmigrantes ilegales en coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional”.
El presidente Donald Trump ha querido utilizar a los militares para perseguir las bandas del crimen organizado que han sido designadas como organizaciones terroristas globales.
El pasado mes de febrero, Trump designó al Cártel de Sinaloa y otras bandas de narcotraficantes, así como al grupo criminal venezolano Tren de Aragua, como organizaciones terroristas globales.