Un jurado de Estados Unidos encontró parcialmente responsable a Tesla de un accidente ocurrido en 2019 en Key Largo, Florida, donde una joven perdió la vida, por lo que le impuso a la compañía 200 millones de dólares en daños punitivos.
El jurado integrado por ocho personas dictaminó que la tecnología de asistencia al conductor de Tesla fue parcialmente responsable de que el conductor, George McGee, apartara la vista de la carretera momentáneamente y luego no le advirtiera que la carretera estaba a punto de terminar.
El Tesla de McGee se estrelló contra una joven pareja que se encontraba fuera de la carretera, causando la muerte de Naibel Benavides León, de 22 años, y heridas graves a su novio, Dillon Angulo.
Además, el jurado otorgó 35 millones de dólares a la madre de Benavides, 24 millones a su padre y 70 millones a Angulo.
La familia Benavides León y Angulo demandaron al conductor y llegaron a un acuerdo.
Posteriormente, los afectados demandaron a Tesla en 2024, alegando que la compañía es responsable por permitir que su tecnología funcionara en una carretera para la que no estaba diseñada.
Tesla declaró no ser responsable del accidente porque la ley y su manual del propietario establecen que el conductor debe tener el control, independientemente de la función activada.
En sus alegatos finales del jueves, Joel Smith, abogado de Tesla, culpó únicamente al conductor, McGee, por el accidente. “Dijo que estaba buscando su teléfono”, dijo Smith.
“Es un hecho. Eso pasa en cualquier coche. Eso aísla la causa. La causa es que se le cayó el celular”.