La familia real británica enfrenta una nueva pérdida tras el fallecimiento de Rosie Jeanne Burke Roche, prima segunda de los príncipes William y Harry, quien fue encontrada sin vida el pasado lunes 14 de julio de 2025 en su residencia de Norton, cerca de Malmesbury, en el suroeste de Inglaterra.
Rosie, de 20 años, era nieta de Edmund Roche, hermano de Frances Shand Kydd, madre de la fallecida princesa Diana de Gales, lo que la vinculaba directamente con los hijos del rey Carlos III. La joven cursaba su primer año de Literatura Inglesa en la Universidad de Durham y se encontraba en casa preparando un viaje con amigos cuando fue hallada por su madre, Pippa, y su hermana Agatha.
“Rosie Jeanne Burke. Falleció el lunes 14 de julio de 2025. Querida hija de Hugh y Pippa, hermana increíble de Archie y Agatha, nieta de Derek y Rae Long”, indica un obituario publicado por el Yorkshire Post.
Al momento del hallazgo, se encontró un arma de fuego cerca de Rosie. Según el forense Grant Davies, “al revisar la oficina de la casa, Agatha encontró a Rosie muerta, desplomada sobre un arma de fuego con un traumatismo craneoencefálico significativo”. Aunque la policía considera que “no se ha considerado la muerte como no sospechosa y que no hubo implicación de terceros”, la investigación sigue abierta y se espera una audiencia para el 25 de octubre de 2025 que esclarecerá las circunstancias del fallecimiento.
Compañeros y profesores de la Universidad de Durham la describen como una joven creativa y muy querida, con un profundo amor por la poesía, los libros y los viajes. Wendy Powers, una de sus profesoras, comentó que “se había adaptado a la universidad y tenía muchos amigos. Era muy querida por su creatividad, energía, amor por los libros, la poesía y los viajes, entre muchos otros talentos”.
Hasta ahora, ni los príncipes William ni Harry han emitido declaraciones públicas, y la familia mantiene un estricto respeto por la privacidad. El funeral de Rosie fue íntimo, aunque se contempla un homenaje público en fecha aún por definir.
La Universidad de Durham también expresó su pesar por la muerte de una estudiante comprometida con la vida académica y cultural.
Este suceso ocurre a pocos días del aniversario luctuoso de la princesa Diana, cuyo recuerdo permanece vivo en la historia de la familia real británica.
