El presidente Donald Trump recorrió el martes un nuevo centro de detención de inmigrantes rodeado de pantanos llenos de caimanes en los Everglades de Florida y sugirió que podría ser un modelo para futuros proyectos en todo el país mientras su gobierno se apresura a expandir la infraestructura necesaria para aumentar las deportaciones.

Trump dijo que le gustaría ver instalaciones similares en “realmente, muchos estados” y planteó la posibilidad de deportar también a ciudadanos estadounidenses. Incluso respaldó la idea de que los soldados de la Guardia Nacional de Florida sirvan posiblemente como jueces de inmigración para asegurar que los migrantes sean expulsados del país aún más rápido.
“Pronto, esta instalación albergará a los migrantes más amenazantes, algunas de las personas más crueles del planeta”, dijo Trump sobre el sitio de Florida conocido como el “Alcatraz de los Caimanes”.

El centro fue construido en ocho días sobre 16 kilómetros (10 millas) de los Everglades. Cuenta con más de 200 cámaras de seguridad, más de 8 mil 500 metros (28 mil pies) de alambre de púas y 400 miembros del personal de seguridad.
El presidente dijo que el apodo es “muy apropiado porque miré afuera y ese no es un lugar al que quiera ir de excursión pronto”.
“La única salida, realmente, es la deportación”, agregó Trump.
Cientos de manifestantes se concentraron afuera del sitio —una remota pista de aterrizaje con tiendas de campaña y remolques. Agitaron carteles pidiendo un trato humano a los migrantes, así como la protección de la extensa reserva que alberga a algunas tribus indígenas y muchas especies animales en peligro de extinción.

El gobierno federal considera la ubicación como una ventaja
La Casa Blanca se ha deleitado con la lejanía del área, ubicada a unos 80 kilómetros (50 millas) al oeste de Miami— y el hecho de que está rodeada de pitones y caimanes. Espera transmitir un mensaje a los detenidos y al resto del mundo de que las repercusiones serán graves si no se siguen las leyes de inmigración de Estados Unidos.
Antes de llegar, Trump incluso bromeó sobre los migrantes retenidos allí: “Les vamos a enseñar cómo huir de un caimán si escapan de la prisión”.
“No corran en línea recta. Corran así”, dijo Trump, mientras movía su mano en zigzag. “¿Y saben qué? Sus posibilidades aumentan alrededor de un 1%”. Los expertos en caimanes sugieren que es mejor correr en una dirección en el raro caso de que el reptil persiga, según un sitio web administrado por la Universidad de Florida.

Trump recorrió las instalaciones médicas y otras partes del centro de detención, luego sostuvo una larga mesa redonda donde el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y varios funcionarios estatales y federales lo colmaron de elogios.
Las autoridades indicaron originalmente que podría albergar hasta 5 mil detenidos, pero DeSantis dijo que realmente albergaría alrededor de 3 mil, con algunos comenzando a llegar el miércoles.
Trump desestimó las preocupaciones sobre el impacto en ecosistemas delicados, diciendo que dado que la pista de aterrizaje ya estaba allí, las autoridades no tendrían que estar “tirando tierra”.
Otros, sin embargo, están horrorizados, incluida Phyllis Andrews, una maestra jubilada que condujo desde Naples, Florida, para protestar por la visita de Trump y llamó a los migrantes “buenas personas”.
“No merecen ser encarcelados aquí”, dijo Andrews.
Algunos partidarios de Trump también se presentaron cerca del centro de detención, incluido Enrique Tarrio, un exlíder de los Proud Boys a quien Trump perdonó por su condena relacionada con el asalto al Capitolio federal el 6 de enero de 2021. Sugirió que Trump ganó la elección del año pasado porque los votantes querían “deportación masiva” y “retribución”.

¿Fomentando la autodeportación?
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien también estuvo en el recorrido, dijo que los inmigrantes que lleguen al sitio aún podrían optar por “autodeportarse” y abordar vuelos a sus países de origen en lugar de ser retenidos en él. Dijo que esperaba que “mi teléfono suene sin parar” con otros estados buscando seguir el ejemplo de Florida y abrir sitios similares.
Los detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) generalmente son retenidos por razones como ingresar al país sin autorización o quedarse más tiempo del permitido por una visa. Esperan que el ICE los ponga en el próximo vuelo o viaje en autobús a casa, o luchan contra su expulsión en el tribunal de inmigración.
A mediados de junio, las instalaciones de detención del ICE albergaban a más de 56 mil inmigrantes, la mayor cantidad desde 2019.
Durante su visita, Trump fue informado de que el amplio recorte de impuestos y el proyecto de ley de gastos que la Casa Blanca ha defendido había sido aprobado por el Senado, lo que provocó aplausos. Sugirió que su presencia en Florida, en lugar de ayudar a promover el proyecto de ley en Washington, subrayaba la importancia de la inmigración como tema.
“Estoy aquí, y probablemente debería estar allí”, dijo, poco antes de volar de regreso a la Casa Blanca.