Desde el 7 de octubre de 2023, Israel mantiene una ofensiva militar diaria sobre la Franja de Gaza. Aquel día, el grupo Hamas lanzó un sorpresivo ataque masivo contra territorio israelí, que dejó más de mil personas muertas y al menos 200 secuestradas.
Desde entonces, la región se sumió en un conflicto de alta intensidad que derivó en miles de muertos, principalmente del lado palestino.

A la par de su ofensiva en Gaza, Israel recientemente inició un conflicto armado con Irán, al lanzar misiles sobre territorio iraní bajo el argumento —aún sin confirmación independiente— de que Teherán estaba desarrollando armas nucleares.
La respuesta iraní no se hizo esperar: desde hace una semana, ambos países intercambian ataques que han causado graves daños en Tel Aviv y otras zonas de Israel.
En medio de este clima bélico, Israel, una nación con complejidades geopolíticas, religiosas y militares únicas, vuelve a colocarse en el centro de la atención internacional. En Nación321 te mostramos su radiografía:
GEOGRAFÍA Y POBLACIÓN
Israel se encuentra en el suroeste de Asia, en la región conocida como Medio Oriente. Limita al norte con Líbano, al noreste con Siria, al este con Jordania, al suroeste con Egipto y al oeste con el mar Mediterráneo.
La superficie del país es de unos 22 mil km² (incluyendo Jerusalén Este y los Altos del Golán, cuya anexión no ha sido reconocida internacionalmente). A pesar de su tamaño reducido, su geografía varía entre zonas desérticas como el Néguev en el sur, hasta regiones montañosas y fértiles al norte.
Israel tiene una población de aproximadamente 9.8 millones de personas. La mayoría son judíos (alrededor del 74%), pero también hay una minoría árabe-palestina que representa cerca del 21% de la población, además de otros grupos étnicos y religiosos como drusos, cristianos y circasianos.
RELIGIÓN Y ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Israel es el único Estado en el mundo que se define como judío. El judaísmo es la religión mayoritaria y está profundamente entrelazada con la identidad nacional y la legislación. Sin embargo, el país también reconoce oficialmente otras religiones, como el islam, el cristianismo y el drusismo.
Es un Estado relativamente reciente: fue proclamado el 14 de mayo de 1948, en un territorio que durante siglos había sido habitado mayoritariamente por árabes palestinos.
Su creación fue impulsada por el movimiento sionista y respaldada por las potencias occidentales tras el Holocausto, pero desde el inicio fue rechazada por los países árabes y por los propios palestinos, quienes vieron cómo cientos de miles de personas eran expulsadas o forzadas a huir de sus tierras.
Ese proceso, conocido como la Nakba (catástrofe, en árabe), dio lugar a una limpieza étnica sistemática y a la dispersión palestina, cuyas consecuencias siguen presentes más de siete décadas después.
Tras la guerra de 1948 y, especialmente, después de la Guerra de los Seis Días en 1967, Israel ocupó militarmente Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.
A pesar de múltiples resoluciones de la ONU que exigen su retirada, el Estado israelí ha mantenido la ocupación y promovido una política de asentamientos ilegales que fragmentan el territorio palestino, impiden su continuidad geográfica y violan el derecho internacional.
La política israelí se rige bajo un sistema parlamentario. No tiene una constitución formal, pero funciona con un conjunto de leyes básicas que definen los poderes del Estado y los derechos de sus ciudadanos.
El jefe de Estado es el presidente, un cargo ceremonial, que actualmente ocupa Isaac Herzo, mientras que el poder ejecutivo lo ejerce el primer ministro, que actualmente es Benjamín Netanyahu, líder del partido derechista Likud y que ha ocupado esta posición en tres ocasiones.
El parlamento, conocido como la Knéset, tiene 120 escaños y se elige por representación proporcional, lo que da lugar a gobiernos de coalición.
MONEDA Y ECONOMÍA
La moneda oficial es el nuevo shéquel israelí (ILS). Israel posee una de las economías más desarrolladas de la región, altamente tecnológica y diversificada.
Sus principales sectores económicos son la tecnología, defensa, agricultura de precisión, productos farmacéuticos, ciberseguridad y servicios financieros. Es sede de un vibrante ecosistema de startups, conocido como el ‘Silicon Wadi’, que ha atraído miles de millones de dólares en inversión extranjera.
El país también es un importante exportador de armas y sistemas de defensa, incluyendo el conocido sistema antimisiles “Cúpula de Hierro” (Iron Dome), que ha sido clave para interceptar misiles lanzados desde Gaza y, recientemente, desde Irán.
A pesar de su fortaleza tecnológica, la economía israelí enfrenta desafíos: desigualdades crecientes, altos costos de vida y un presupuesto militar que consume un porcentaje significativo del PIB. La guerra en Gaza, la tensión con Irán y la prolongada incertidumbre política también comenzaron a impactar negativamente la inversión y el turismo.
ISRAEL Y SUS MÚLTIPLES CONFLICTOS
Desde su fundación en 1948, Israel ha mantenido una relación conflictiva con varios países de mayoría árabe que rechazaron su existencia como Estado tras la expulsión de miles de palestinos de sus tierras.
La guerra árabe-israelí estalló tras la retirada británica del mandato sobre Palestina, y con ello comenzó una cadena de enfrentamientos que marcaron la historia de la región.
Las hostilidades se intensificaron en las décadas siguientes, especialmente durante la Guerra del Sinaí (1956), la Guerra de los Seis Días (1967) y la Guerra del Yom Kippur (1973), en las que países como Egipto, Siria, Jordania, Irak y otros se enfrentaron militarmente a Israel.
A pesar de la firma de tratados de paz con Egipto y Jordania en las décadas posteriores, la enemistad de Israel con otros actores regionales, como Siria, Irán y Líbano, persiste hasta hoy.
En los últimos años, especialmente tras el inicio de la ofensiva militar en Gaza en octubre de 2023, organizaciones como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y expertos de la ONU han acusado a Israel de cometer crímenes de guerra y actos que podrían constituir genocidio.
La confrontación más reciente con Irán, provocada por el lanzamiento de misiles israelíes sobre suelo iraní viernes 13 de junio, reavivó viejas hostilidades.
Israel justificó la acción con información no verificada de que Irán desarrollaba armas nucleares. La respuesta fue inmediata y marcó el inicio de un intercambio bélico que, una semana después, mantiene en vilo a toda la región. La enemistad entre ambos países tiene raíces profundas desde la revolución iraní de 1979, cuando Teherán dejó de reconocer al Estado israelí.
Además de los conflictos armados, Israel enfrenta tensiones diplomáticas con países como México. El gobierno israelí ha rechazado la extradición de Tomás Zerón, exfuncionario acusado de irregularidades en la investigación del caso Ayotzinapa, y ha retrasado el proceso judicial contra Andrés Roemer, acusado de abuso sexual. Según autoridades israelíes, esto se debe a que se encuentran constantemente en guerra.
PROGRAMA NUCLEAR
Aunque Israel nunca ha confirmado oficialmente tener armas nucleares, es un secreto a voces que posee un arsenal nuclear no declarado. El país no es firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y mantiene una política de “ambigüedad nuclear”, es decir, ni confirma ni niega su posesión.
Diversos informes, incluidos los del Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional (ISIS), estiman que Israel tiene entre 80 y 90 ojivas nucleares, posiblemente más. Estas estarían almacenadas en distintas instalaciones militares, la más conocida es el reactor nuclear de Dimona, en el desierto del Néguev, que ha operado con total secretismo desde la década de 1960.
Israel ha justificado en varias ocasiones la necesidad de un arsenal nuclear como un “seguro de vida” ante la hostilidad de algunos países de su entorno.
En el contexto actual, esta ambigüedad se torna especialmente crítica, dado que el reciente ataque israelí a Irán fue motivado —según las autoridades de Tel Aviv— por informes de inteligencia que advertían que Teherán estaba reactivando su programa nuclear con fines militares. Sin embargo, hasta ahora no hay pruebas concluyentes sobre esas acusaciones.
Israel es un país profundamente marcado por la guerra, la religión y la tecnología. Desde su fundación en 1948 se ha visto inmerso en conflictos regionales constantes.