Francia se convirtió oficialmente en el primer país del mundo en legislar contra el modelo de negocio conocido como ultra fast fashion.
Con una contundente mayoría en el Senado con 337 votos a favor y sólo uno en contra, se dio luz verde a una normativa que apunta directamente a los grandes operadores extranjeros del sector textil, como Shein y Temu, y busca poner freno a las prácticas que promueven el consumo masivo y desechable de ropa.
Esta ley, que comenzó su recorrido legislativo en marzo de 2024 con la aprobación inicial en la Asamblea Nacional, incluye un paquete de medidas que va desde sanciones económicas por prenda hasta restricciones en la publicidad, pasando por obligaciones de transparencia para las empresas.
El objetivo es proteger tanto al medioambiente como a la industria textil francesa, cada vez más desplazada por modelos de producción a gran escala y bajo costo.
La norma define por primera vez el concepto de ultra fast fashion, no sólo en términos de volumen de producción sino también por la frecuencia con la que las marcas lanzan nuevos modelos al mercado.
Según lo aprobado, las empresas que entren en esta categoría deberán pagar un impuesto ecológico que se irá incrementando de manera progresiva.
En 2027 será de hasta siete euros por prenda y alcanzará los diez euros en 2030, lo que representa hasta el 50% del precio de venta de algunos artículos.
Además, las marcas estarán obligadas a comunicar a los consumidores datos clave sobre la huella ambiental de cada prenda, así como mensajes que promuevan la reparación y el reciclaje.
También se prohíbe la publicidad de este tipo de productos, en línea con una política más amplia de protección ambiental y consumo responsable.
La ministra de Consumo, Véronique Louwagie, defendió la iniciativa ante los senadores asegurando que “el texto tiene dos ambiciones: proteger el medioambiente y salvaguardar nuestro comercio”.
En efecto, el mercado local ha sido una de las principales víctimas del avance arrollador de plataformas internacionales que venden ropa a precios extremadamente bajos y con una rotación constante de modelos.