El senador Alex Padilla fue retirado por la fuerza este jueves de una conferencia de prensa encabezada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en medio de un tenso ambiente generado por las redadas migratorias en la ciudad de Los Ángeles y el despliegue de fuerzas federales ordenado por el presidente Donald Trump.
Durante el evento, que se celebraba en un edificio federal de Los Ángeles, Padilla intentó cuestionar a la secretaria sobre las recientes operaciones contra inmigrantes.
En videos difundidos en redes sociales se le escucha decir: “Soy el senador Alex Padilla. Tengo preguntas para la secretaria”, antes de que fuera sujetado y empujado por hombres que parecían ser agentes federales. Mientras era rodeado, se oyeron sus gritos: “No toquen”. Minutos después, fue esposado en el piso por agentes del FBI.
Según la oficina del senador, Padilla se encontraba en el edificio para una sesión informativa militar y decidió ingresar a la conferencia al saber que Noem hablaría sobre temas migratorios.
“Intentó hacer una pregunta a la secretaria y fue sacado a la fuerza por agentes federales, obligado a tirarse al suelo y esposado. Actualmente no está detenido y estamos trabajando para obtener información adicional”, detallaron en un comunicado.
Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional defendió el actuar de los agentes, señalando que Padilla interrumpió el acto sin identificarse formalmente ni portar su pin del Senado.
“El senador Padilla optó por un teatro político irrespetuoso e interrumpió una rueda de prensa en directo sin identificarse ni llevar puesto su pin de seguridad del Senado mientras se abalanzaba sobre la secretaria Noem”, sostuvo el DHS. Agregó que “los agentes pensaron que era un atacante y actuaron adecuadamente”.
La secretaria Noem, en su discurso previo al altercado, justificó las acciones del gobierno federal ante las protestas por las redadas: “No nos vamos. Nos quedamos aquí para liberar a la ciudad de los socialistas y del liderazgo agobiante que este gobernador y este alcalde han impuesto al país y de lo que han intentado imponer en la ciudad”.
Más tarde, criticó a Padilla por su interrupción, al afirmar: “Creo que todo el mundo en Estados Unidos estaría de acuerdo en que fue inapropiado”.
El incidente provocó una oleada de reacciones en el ámbito político. El Caucus Hispano del Congreso condenó lo sucedido: “Esto es inaceptable, punto. El senador Alex Padilla asistió a una conferencia de prensa abierta para participar en el debate, representar a su estado y hacer su trabajo. Exigimos una investigación exhaustiva y consecuencias para todos los funcionarios involucrados en este ataque contra un senador estadunidense en funciones”.
En el Senado, Chuck Schumer calificó las imágenes como “repugnantes”: “Necesitamos respuestas inmediatas sobre qué diablos pasó”, expresó. La senadora Lisa Blunt Rochester reveló que mostró el video al líder de la mayoría republicana, John Thune, quien, según ella, “se quedó tan sorprendido como todos nosotros”.
En tanto, el gobernador de California, Gavin Newsom, no ocultó su indignación: “Esto es indignante, dictatorial y vergonzoso. Trump y sus tropas de choque están fuera de control”. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también condenó el hecho: “Es un Senador de los Estados Unidos en ejercicio. Los ataques violentos de este gobierno a nuestra ciudad deben terminar”.
Padilla, hijo de inmigrantes mexicanos y crítico recurrente de las políticas de Trump, había escrito en días recientes en la red social X: “Trump no está apuntando a los criminales en su agenda de deportación masiva, está aterrorizando a las comunidades, separando a las familias y poniendo a los ciudadanos estadounidenses en peligro”.