El gobernador de Florida, Ron DeSantis, legitimó y justificó los posibles atropellamientos de migrantes que se pudieran registrar durante las protestas en contra de las redadas migratorias.
“Si un conductor está en una de esas calles y una turba rodea su vehículo y lo amenaza, tiene derecho a huir por su seguridad. Si el conductor se va y golpea a una de estas personas, es culpa de ellos por invadir su espacio”, dijo en una entrevista para el podcast The Rubin Report.
Las declaraciones de DeSantis han generado un fuerte rechazo entre activistas de derechos humanos, quienes alertan sobre el riesgo de legitimar la violencia como forma de control social.
El gobernador aseguró que las manifestaciones que se han registrado en Los Ángeles afectan la calidad de vida de los ciudadanos y deben ser disueltas de inmediato.
“No tienen derecho a tomar las calles”, dijo tajantemente.
Además, indicó que en Florida existe una “tolerancia absolutamente cero” frente a estos actos y destacó la rápida intervención de las fuerzas del orden para contenerlos.
Para él, bloquear una carretera representa un acto de agresión que justifica una respuesta contundente, incluso por parte de civiles.