Los conflictos entre personas y países son tan añejas como la historia del hombre en sociedad y prácticamente inherentes al ser humano, es decir, los descontentos son parte de nuestra naturaleza, coinciden expertos.
El choque entre personas o grupos sociales han acompañado la historia de la humanidad; la primera de la que se tiene registro, por ejemplo, ocurrió hace 4 mil 500 años, cuando las ciudades sumerias de Lagash y Umma se enfrentaron en una guerra que duró más de un siglo, en lo que hoy en día conocemos como la zona sur de Irak y partes de Kuwait.
A propósito de este escenario vale la pena recordar que los conflictos siguen siendo parte de la historia actual y que hoy en día hay enfrentamientos que están activos, causando dolor, odio, angustia y devastación. Por ello, en Nación321 hacemos un recuento de las principales guerras que enfrenta el planeta, a mediados de 2025.
RUSIA-UCRANIA
Tal vez el conflicto armado más mediático de nuestro presente es el que encabezan los gobiernos de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Volodimir Zelensky, respectivamente.
El 24 de febrero de 2022, Rusia comenzó una invasión a por tierra, aire y mar, seguido de un discurso televisivo antes del amanecer en el que el presidente Vladimir Putin exigió que el Ejército de Ucrania depusiera las armas.
Su propósito, argumentó, era “defender las repúblicas” separatistas de Lugansk y Donetsk, de las que previamente reconoció la independencia y para ello envió una invasión a gran escala, acompañada de ataques aéreos en distintos puntos del país.
Ante lo que parecía una abierta invasión, Occidente empezó a imponer a Rusia una serie de sanciones económicas, que fue endureciendo con el paso de los meses. En tanto, la Unión Europea multiplicó los envíos de armas a Ucrania y Estados Unidos puso a disposición miles de millones de dólares de ayuda militar.
Pero este conflicto no es nuevo. Se originó mucho antes, en 2008, cuando Ucrania solicitó por primera vez unirse a la OTAN, aunque dos años después abandonó su aspiración, al aprobar una ley que prohibía la adhesión a cualquier bloque militar.
Esta decisión sería clave, ya que Ucrania es el segundo país más grande de Europa, por lo que si se sumara a los países que formaron parte de URSS para adherirse a la OTAN, Rusia perdería poder ante las fuerzas occidentales, principalmente Estados Unidos.
Eso no fue todo, en 2014, con la anexión rusa de la península de Crimea, región disputada por ambos países, los ánimos se calentaron aún más.
El verdadero número de víctimas de la guerra en Ucrania —y las probabilidades que enfrenta cada bando— es incierto.
Más de medio millón de personas han muerto o han resultado gravemente heridas en dos años de guerra en Ucrania, según estimaciones de inteligencia occidental, una cifra humana no vista en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
ISRAEL-PALESTINA
Tal vez uno de los conflictos más importantes y complejos de la historia moderna se da entre Israel y Palestina, dos Estados que mantienen un fuerte y enredado encono que incluye batallas de índole bélico, cultural, racial, territorial y religioso.
La actual guerra entre el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu y Hamas, es solo un eslabón de una larga cadena de odio entre israelíes y palestinos.
La madrugada del sábado 7 de octubre de 2023, Hamas, una organización paramilitar insurgente palestina en la Franja de Gaza, llevó a cabo una infiltración en el sur de Israel y disparó miles de proyectiles a territorio israelí.
En respuesta, Israel atacó objetivos en Gaza, de donde no ha dejado atrás el asedio, con constantes bombardeos y bloqueos para la entrega de comida, medicinas, insumos y ayuda humanitaria internacional.
La ofensiva israelí se ha cobrado la vida de más de 40 mil palestinos y ha dejado más de 100 mil heridos, de acuerdo con estimaciones de organizaciones internacionales apoyadas por datos de autoridades locales.
La ofensiva terrestre ha dejado un complejo panorama de destrucción en todo el sitiado enclave costero y ha obligado a la mayoría de sus 2,3 millones de habitantes a huir de sus hogares, a menudo varias veces.
Las sucesivas ordenes de evacuación y operaciones militares han empujado a cientos de miles de personas a la llamada zona humanitaria de la costa, donde viven en campamentos masificados y con pocos servicios. Los grupos de ayuda han tenido problemas para repartir alimentos y suministros, lo que derivó en alertas por hambruna.
Hamás ha sufrido grandes pérdidas, pero sus combatientes se han reagrupado una y otra vez, incluso en zonas muy destruidas en las que habían operado las tropas rivales.
Aunque han habido esfuerzos internacionales para frenar el asedio mortal de Netanyahu sobre Gaza, las pláticas para frenar el vaivén de ataques solo han llegado a iniciativas momentáneas de cese al fuego... y a traiciones de ambas partes en un incierto ambiente de tensión que día a día cobra la vida de más personas, particularmente del bando palestino, en una guerra que parece lejos de un acuerdo que lleve a alcanzar la paz.
CONFLICTO ENTRE COREAS
Aunque en Occidente no es tan mediático este conflicto, es una tensión que se mantiene desde hace años y actualmente es una ‘guerra silenciosa’.
Pero este enfrentamiento no es nuevo, y está basado en la división de Corea entre Corea del Norte (República Popular Democrática de Corea) y Corea del Sur (República de Corea), que afirman ser el único gobierno y estado legítimo de toda la región.
Durante la Guerra Fría, Corea del Norte estaba respaldada por la Unión Soviética, China y sus aliados comunistas, mientras que Corea del Sur era respaldada por los Estados Unidos y sus aliados occidentales. La división de Corea por parte de las potencias externas se produjo al final de la Segunda Guerra Mundial, a partir de 1945, y las tensiones estallaron en la Guerra de Corea, que duró desde 1950 hasta 1953.
Cuando terminó la guerra, ambas facciones fueron devastadas, con la destrucción total de gran parte de los países, pero la división se mantuvo. Corea del Norte y del Sur continuaron un enfrentamiento militar, con choques periódicos. El conflicto sobrevivió al colapso del Bloque del Este de 1989 a 1991 y continúa actualmente.
Estados Unidos mantiene su presencia militar para ayudar a Corea del Sur de conformidad con el Tratado de Defensa Mutua entre la República de Corea y los Estados Unidos. En 1997, el entonces presidente estadounidense Bill Clinton describió la división de Corea como la “última división de la Guerra Fría”.
En 2002, el presidente norteamericano, George W. Bush, describió a Corea del Norte como miembro de un “eje del mal”. Frente a un aislamiento cada vez mayor, Corea del Norte desarrolló capacidades nucleares y de misiles.
Tras aumentar la tensión a lo largo de 2017, el 2018 vio a ambas facciones coreanas y a Estados Unidos, celebrando una serie de cumbres que prometían la paz y el desarme nuclear. Esto llevó a la Declaración de Panmunjom el 27 de abril de 2018, cuando las dos naciones acordaron trabajar juntas para poner fin al conflicto.
Pero entremos en contexto, a diferencia de lo que ha ocurrido en este caso y lo que hemos descrito en otros enfrentamientos, ya no hablamos de un conflicto bélico, pues desde hace años dejaron de bombardearse, pero ahora están enfrascados en un frente más sutil, pero igualmente dañino: la guerra de información.
Corea del Sur intenta con toda intención introducir información en Corea del Norte, y su líder, Kim Jong-Un hace labores titánicas para bloquearla, con un “afán de proteger a su gente de información externa”, en una intentona por aislar al país del exterior.
De momento, miles memorias USB y tarjetas Micro-SD con información del mundo y canciones surcoreanas son material que se introduce de contrabando para enfrentar la propaganda de Jong-Un.
TENSIÓN INDIA-PAKISTÁN
India y Pakistán han librado tres guerras a gran escala desde que obtuvieron la independencia de la India británica, en 1947. También han tenido docenas de desencuentros y conflictos, incluyendo uno en la cima de un glaciar apodado el campo de batalla más frío y de mayor altitud del mundo.
La escalada más reciente se registra tras un ataque mortal con armas de fuego contra turistas del que India culpa a Pakistán — Islamabad niega cualquier conexión. Pero no libran guerras como otros países.
El factor dominante en este caso es su arsenal de armas nucleares, una forma distintiva de disuadir ataques mayores y una garantía de que la lucha no se salga de control, incluso cuando la situación se está descontrolando.
Así es como — y por qué — Pakistán lucha de la manera en que lo hace: “Pakistán e India tienen suficientes armas nucleares para aniquilar al bando contrario varias veces”, subrayó el analista de seguridad Syed Mohammed Ali, quien se encuentra en Islamabad, la capital de Pakistán. “Sus armas nucleares crean un escenario de destrucción mutua asegurada”.
Ambos países han “desarrollado deliberadamente” el tamaño y el alcance de su arsenal para recordar al otro la garantía de destrucción mutua asegurada, añade.
Ningún país revela sus capacidades nucleares, pero se cree que cada uno tiene entre 170 y 180 ojivas de corto, largo y mediano alcance. Ambos países cuentan con diferentes sistemas de entrega —formas de lanzar y propulsar estas armas hacia sus objetivos.
Los arsenales son una medida defensiva para prevenir y disuadir más combates, porque “ninguna de las partes puede permitirse iniciar una guerra así o esperar lograr algo de ella”, dice Ali.
Puede que no parezca así para el observador externo, pero las armas nucleares son un recordatorio para el otro lado de que no pueden llevar las cosas demasiado lejos.
Pero el secreto en torno a sus arsenales significa que no está claro si Pakistán o India pueden sobrevivir a un primer ataque nuclear y contraatacar, algo llamado “capacidad de segundo ataque”.
Esta capacidad detiene a un oponente de intentar ganar una guerra nuclear a través de un primer ataque al prevenir la agresión que podría llevar a una escalada nuclear. Sin esta capacidad, en teoría, no hay nada que impida a un lado lanzar una ojiva al otro.
Ni Pakistán ni India tienen prisa por anunciar sus movimientos militares contra el otro y, como se ve en el actual aumento de hostilidades, puede llevar un tiempo que surja la confirmación de ataques y represalias.
Pero ambos lanzan operaciones en territorios y espacios aéreos controlados por el otro. A veces, éstos están destinados a dañar puntos de control, instalaciones o sitios supuestamente utilizados por milicianos.
El miedo a una guerra nuclear ha puesto a los dos países en la cima de la agenda, compitiendo con el cónclave papal, las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el juicio de Sean “Diddy” Combs en el ciclo de noticias.
LA GUERRA TAMBIÉN ES ECONÓMICA
El mundo enfrenta un ‘terremoto’ de aranceles impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que a su regreso a la Casa Blanca, ha utilizado los gravámenes como una herramienta de presión para renegociar acuerdos comerciales y obligar a sus socios comerciales a aceptar nuevas condiciones.
El ‘golpe’ que cambió el mundo en 2025, se dio a principios de abril, cuando Estados Unidos impuso aranceles recíprocos a 185 países —incluidos China, Brasil, Colombia y Reino Unido— con tarifas que van del 10% al 34%, como respuesta a lo que considera barreras injustas a sus exportaciones.
En ese entonces, México no fue incluido en los aranceles a planeta debido al acuerdo comercial que sostiene en común con Estados Unidos y Canadá, sin embargo arrastra un impuesto del 25% sobre exportaciones no contempladas en el TMEC, que representan cerca del 50% de sus envíos a EU, además de los aranceles al acero, aluminio y automóviles ensamblados fuera del territorio estadounidense.
El pasado 6 de junio, el republicano firmó una decreto para duplicar de 25 a 50% los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio, una decisión que impactará directamente a México, uno de sus principales socios comerciales en estos sectores.
La medida entró en vigor en el primer minuto del miércoles 4 de junio, hora de Washington (22:00 horas del martes en México), y fue anunciada por el mandatario durante un evento en una planta de United States Steel, en Pensilvania.
La guerra comercial emprendida por la administración federal de Estados Unidos contra prácticamente el planeta entero ha obligado a que algunos países busquen medidas más amables en su relación con Estados Unidos; otros, como China y Canadá, han respondido con gravámenes; y en el caso de México (principal socio comercial con EU), el gobierno de Claudia Sheinbaum ha priorizado la serenidad y el diálogo.
Sin embargo, en otras partes del planeta, como en Asia, los gravámenes han reconfigurado el mercado entre países como China, Corea del Sur y Japón, que no necesariamente son aliados comerciales pero sí buscan fortalecer el intercambio de bienes en la región y quitar nodos con Occidente.
BRICS
A principios de 2025, surgió huna invitación que le hizo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, además de sus homólogos de Colombia y Uruguay, a participar en la cumbre de los BRICS, que se celebrará el próximo julio en Brasil.
Pero... ¿Qué significa? Los BRICS son una organización multilateral que agrupa a algunas de las economías emergentes más relevantes del mundo. El nombre proviene de las iniciales de sus países fundadores: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Este bloque es un espacio alternativo al G7. Los miembros comparten características como tener grandes poblaciones, abundancia de recursos naturales y un notable crecimiento económico en las últimas décadas.
Su objetivo es mejor la cooperación económica y el comercio entre sus miembros, así como reducir el uso del dólar estadounidense.
En 2024, se invitó a Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos a ser miembros.
El pasado 7 de enero, Indonesia se convirtió en un nuevo miembro permanente del grupo. Además de estos, también están como países asociados Nigeria, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Malasia, Tailandia, Uganda y Uzbekistán.
La idea, por su puesto, no es bien vista por Estados Unidos, y Donald Trump también a amagado con represalias a los países participantes en caso de que mantengan la idea de hacer circular una moneda alternativa al dólar.
Con información de AP, National Geographic y el Gobierno de México.
