Tras la polémica desatada por los precios de los boletos para los conciertos de Bad Bunny en España, Ticketmaster respondió a sus clientes y a la investigación del Ministerio de Consumo.
A través de un comunicado, la empresa boletera negó que haya habido “precios dinámicos” (son aquellos boletos cuyo valor se autorregula en función de la demanda).
“Los precios de las entradas se fijaron de antemano y no cambiaron durante el proceso de venta”, mencionó.
Indicó que no hubo gastos añadidos ocultos y subraya que “el precio total, incluidas todas las tarifas”, se mostraron a los consumidores desde el principio, “incluso mientras se espera en la cola virtual”.
Además, recordó que la venta fue “extraordinaria”, con más de 600 mil entradas vendidas en un sólo día para 12 estadios, lo que “batió todos los récords de la música en directo” en España.
La empresa afirmó que colaborará en la investigación, por lo que se declaró “plenamente comprometida con la transparencia, la protección a los fans y con lograr una experiencia de venta de entradas justa y segura para todos”.
Cabe mencionar que el mismo día de la preventa, el pasado 8 de mayo, numerosos usuarios relataron que tras esperar horas de cola, el precio subió notablemente cuando realizó el pago.
Por esta razón, el pasado 14 de mayo, el Ministerio de Consumo anunció que abriría una investigación sobre Ticketmaster por posibles irregularidades en la comercialización de las entradas para estos conciertos