El pasado martes, el gobierno de Estados Unidos envió a ocho reos, entre ellos un ciudadano mexicano, a Sudán del Sur, en África, tras señalarlos por diferentes delitos.
“Llevamos a cabo un vuelo de deportación desde Texas para remover a algunos de los individuos más bárbaros y violentos ilegalmente en Estados Unidos. Ningún país quería aceptarlos porque sus crímenes son únicos, monstruosos y bárbaros”, aseguró Tricia McLaughlin, subsecretaria de Relaciones Públicas del Departamento de Seguridad Interna (DHS), en conferencia de prensa.
En una ficha, autoridades indicaron que se trata de Jesús Muñoz Gutiérrez, quien fue “arrestado por autoridades migratorias el 12 de mayo de 2025 y actualmente enfrentaba una pena de prisión de por vida por asesinato en segundo grado”.
Hasta el momento, no se ha especificado si Jesús y los otros reos trasladados a África permanecerán ahí o serán trasladados a otro punto del planeta, aunque sí se sabe que siguen bajo su custodia.
“Encontramos una nación que estuvo dispuesta a aceptar la custodia de estos terribles migrantes ilegales”, apuntó McLaughlin, en medio del temor de un juez por la posibilidad de que en ese país sean violados sus derechos humanos.
