Donald Trump, presidente de Estados Unidos, aseguró que su país “no quiere” los automóviles de México ni de Canadá.
Durante un mitin en Warren, Michigan para celebrar sus primeros 100 días de gobierno, Trump acusó a ambos países de haberse llevado un negocio que siempre debió quedarse en Estados Unidos.
Las declaraciones del estadounidense se dan poco después de que firmara una orden para “aliviar” los aranceles impuestos a los vehículos.
En este sentido, el republicano afirmó que ello “creará más empleos” en el país.
La Casa Blanca difundió horas antes una orden ejecutiva sobre los aranceles a ciertos vehículos importados y una enmienda para hacer “ajustes” en las importaciones de vehículos y de partes de vehículos a Estados Unidos.
Desde el 3 de abril, todos los vehículos importados a Estados Unidos están gravados con un impuesto del 25%. Con una excepción: las piezas procedentes de Canadá y México quedan exentas si entran dentro del tratado de libre comercio de América del Norte (T-MEC). El 25% a las partes de vehículos entra en vigor este sábado.
Pero de acuerdo con la orden ejecutiva, no se superpondrán unas tarifas a otras. Es decir, la tarifa aduanera del 25% para un vehículo importado no se sumará al 25% aplicado al acero o al aluminio.
También otorga a la industria un período de gracia de dos años para mover las cadenas de suministro de regreso a Estados Unidos y reducir la “dependencia estadounidense de las importaciones de automóviles extranjeros y sus partes”.