Este es el Tren Maya que AMLO construirá en el sureste

El costo del Tren Maya será de 150 mil millones de pesos
El costo del Tren Maya será de 150 mil millones de pesos
MegaobraEl costo del Tren Maya será de 150 mil millones de pesos
Especial
Nación321
2018-11-26 |14:09 Hrs.Actualización14:15 Hrs.
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Porque ambientalistas y activistas le pidieron al presidente electo que no se construya esta megaobra

Es un hecho, el Tren Maya que Andrés Manuel López Obrador quiere hacer en el sureste del país tiene el aval de los mexicanos. Este 26 de noviembre se dieron a conocer los resultados de la consulta nacional ciudadana convocada por el presidente electo y 89.99% le dijo sí a esta obra.

Por eso, aquí te dejamos todo lo que debes saber de este proyecto.

¿QUÉ ES EL TREN MAYA?

López Obrador ha dicho que es necesario reactivar la zona sur del país para poder mejorar la vida de sus habitantes. El objetivo del tren es incentivar el desarrollo económico de la zona sureste del país. 

Es un servicio de transporte que conectará las ciudades, circuitos turísticos, circuitos comerciales e industriales de la zona maya. Además, permitirá el desarrollo de la industria agraria y energética. 

De acuerdo con la página oficial del proyecto, el Tren Maya "promueve un esquema turístico en el que los visitantes recorren las comunidades de la región evitando la concentración turística en un solo punto. Así, se genera una derrama económica local, se crean oportunidades laborales y se distribuye la riqueza a lo largo de la península".

¿POR DÓNDE PASARÁ?

Esta obra tendrá una extensión de 1,500 kilómetros de recorrido. Comenzará en Mérida y pasará por Valladolid (ambos en Yucatán), Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Bacalar (todos en Quintana Roo), Calakmul (Campeche) y, finalmente llegue a Palenque (Chiapas).

COSTO Y CARACTERÍSTICAS

El costo total de la obra será de hasta 150 mil millones de pesos y se planea terminar su construcción en 4 años, además utilizará los fondos del fomento al turismo que contempla 7 mil millones de pesos anuales. Para lograr la construcción se abrirá el proyecto a la iniciativa privada. 

El tren será una locomotora de biodiesel híbrida acorde a la norma ambiental de California, tendrá 15 estaciones y su velocidad máxima será de 160 km/h.

Brindará servicio a pasajeros locales, tursitas y también de carga.

El recorrido se dividirá en tres rutas: Tramo Selva (426 km), Tramo Caribe (446 km) y Tramo Golfo (653 km).

IMPACTO AMBIENTAL

El equipo del presidente electo ha informado que la construcción del Tren Maya no afectará a las áreas naturales por donde está previsto que pase el tren. Además, aseguraron que utilizarán los kilómetros de vía férrea que ya existen y lo que falta se realizará con el cuidado que requiere el área.

Además, en los tramos en los que el derecho de vía está por obtenerse, se buscará asociar a los propietarios con el proyecto para que reciban ingresos por su patrimonio. En el caso de invasiones en el derecho de vía, se buscará un acuerdo benéfico con los grupos sociales que estén asentados irregularmente.

Respecto a las estaciones, los propietarios podrán aportar los terrenos para convertirse en socios del desarrollo local.

De acuerdo con el plan de construcción, el próximo gobierno tiene entre sus prioridades la reforestación de los lugares en donde se tenga que hacer un cambio de uso de suelo.

También contemplan construir pasos de fauna para mantener la conectividad ecológica de la región y cuantificar las capacidades hidrológicas y de otros servicios ecosistémicos para evitar su sobreexplotación, a fin de promover un desarrollo urbano sustentable en las ciudades donde pase el Tren Maya.

POLÉMICAS

La construcción del Tren Maya también ha provocado polémica, pues tanto activistas, científicos y pobladores de la zona han manifestado sus dudas y piden que la obra no se construya.

Los especialistas aseguran que la obra amenaza "sitios de alta biodiversidad que deben preservarse bajo los más estrictos estándares internacionales y reconociendo los saberes de los pueblos originarios".

Ixchel Cisneros, activista y directora de Cencos, en entrevista con Nación321, dijo que no existe suficiente información sobre el proyecto para determinar qué tan necesario es y cómo afectará a las comunidades de las zonas.

"Esta obra violenta a las comunidades indígenas, llegan megaproyectos, no se les consulta y de pronto ya tienes un tren que pasa afuera de tu casa".

Cisneros dijo que sí hace falta desarrollo en la zona, pero que eso no significa que el Tren Maya sea la obra indicada para ello. La activista reiteró que lo más importante era consultar a los pobladores si realmente necesitan ese proyecto.

Otro grupo de especiaistas, encabezados por bióogos y físicos de la UNAM, quieren que antes de que comience la construcción del tren se realicen estudios avalados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático; la Comisión Nacional del Agua (Conagua); el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).

Por otra parte, los pueblos indígenas de la zona también piden que sean consultados.

"Desde la pasada administración hemos estado expectantes con respecto al megaproyecto Tren Maya, lo hemos seguido puntualmente y desde que se inició a hablar del mismo estamos atentos a su desarrollo. Manifestamos que desde ese momento lo desaprobamos y nos desagrada por cuanto que violentaba los derechos indígenas de los que somos sujetos y que están consagrados en nuestra Constitución Política. Esperábamos que con el cambio de administración nosotros, las comunidades indígenas, fuéramos visibles para la Federación y reconsiderara las formas para intentar poner en marcha el megaproyecto Tren Maya, pero con desagrado nos percatamos de que en esta nueva administración la historia no cambiará y la esperada justicia no llegará a los pueblos indígenas de México", expresó un grupo de comunidades indígenas de la Península de Yucatán.

Ante esto, el equipo de AMLO aseguró que sí se realizará una consulta a los pueblos indígenas para saber su opinión. 

La consulta será organizada por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas y será determinante para la construcción de la obra.

"Un proyecto de esa naturaleza debe considerar la consulta a los pueblos y comunidades indígenas sobre los asuntos que potencialmente les afecten", dijo el presidente electo este 24 de noviembre.