Porque en el último año la mayoría de migrantes cubanos entró a Estados Unidos por la frontera mexicana
La cancelación de la política migratoria conocida como “Pies secos, pies mojados” por parte del presidente Barack Obama –8 días antes de terminar su mandato– ha hecho que miles de ciudadanos de la isla estén en nuestro país con un futuro incierto.
Según cifras del Instituto Nacional de Migración, (INM) en los últimos años se han disparado las retenciones de cubanos en nuestro país. En 2013, mil 362; mientras que para 2015 la cifra se incrementó en 594%, pues fueron 9 mil 461 .
En los primeros dos meses de 2016, 176 originarios de la isla habían sido detenidos en estos centros, según el INM.
En tanto, de acuerdo con cifras del Pew Research Center, con sede en Washington, durante 2015, 28 mil 371 cubanos ingresaron a Estados Unidos a través de la frontera mexicana. En 2016, el límite fronterizo de Nuevo Laredo, Tamaulipas, siguió recibiendo “64 por ciento de los inmigrantes cubanos”.
El estudio indica que durante 2016, la entrada por El Paso también registró un aumento, ya que cinco mil 719 inmigrantes llegaron a este punto, en comparación con 2015, cuando sólo 698 intentaron cruzar.
“Como algunos países centroamericanos han cerrado sus fronteras a este flujo, la ruta se ha vuelto más difícil, y varios cubanos han quedado varados en su camino a la frontera norte”, explica el centro.
Hasta hace una semana, la política de “Pies secos” también aplicaba para los cubanos que cruzaban la frontera por tierra, a través de México. Al llegar a Estados Unidos, podían permanecer un año y después solicitar una visa de residencia.
Eduardo Matías, presidente de la Asociación Cívica Cuba-México, explica que “muchos están esperando el cambio de presidente, porque nadie se explica que apenas a ocho días de dejar el poder, Obama haya hecho un cambio tan brusco”.
En Nuevo Laredo un grupo de cubanos alza las manos y comienza a rezar. Piden que la frontera que tanto deseaban cruzar se vuelva a abrir.
Para Ángela es una pena la cancelación de la política “pies secos, pies mojados”. “Arriesgamos nuestras vidas para estar aquí”, dice a El Financiero.
Tiene 56 años y en un mes recorrió de Brasil a Tamaulipas para llegar a la frontera. “Nosotros queríamos llegar antes del 20 de enero, antes de que llegara Trump.
Escuchamos la noticia saliendo de Tapachula. Todos lloramos, pero seguimos adelante”, comenta Ángela, quien afirma que ella y su esposo ya nada tienen en la isla: “vendimos todo”.
En la misma condición está Rigoberto Marru; ella en Tapachula. “Esa ley nos cayó como agua fría. Regresar a Cuba no es opción. Tuve que vender mi casa con todo adentro, no me queda”, cuenta.
En Chiapas, cientos de familias cubanas buscan desde hace días en el Instituto Nacional de Migración (INM) un permiso de estadía en México, que les deje seguir su viaje hacia el norte. “Estamos esperando qué va a hacer con nosotros Donald Trump”, dice Roberto Castillo, quien tras 5 días de acudir al INM obtuvo el permiso de 20 días para seguir su camino.
