Los policías municipales de Acatic, Jalisco, detenidos por el plagio de los integrantes de la familia Villaseñor Romo, deberán permanecer un año en prisión preventiva, y serán juzgados por desaparición forzada y con agravantes.
Los gendarmes retuvieron a los afectados cuando circulaban a bordo de una camioneta Mazda de modelo reciente en color blanco, y bajo pretexto de irregularidades en su documentación, y vinculada a un robo.
Los policías nunca los remitieron a los separos, sino que los entregaron a integrantes de un grupo delictivo, y estos, a su vez, los llevaron a una finca en un lugar oculto, donde había más personas plagiadas.
En sus declaraciones, los afectados refirieron haber sido tratados bien, salvo Julio, quien fue golpeado, mientras que su esposa y su hermana sufrieron abuso psicológico; a los niños no les hicieron nada.
Debido a las movilizaciones de policías y militares en su búsqueda, los captores les refirieron que agradecieran su fama, porque eso los llevó a la libertad; llevaron a la pequeña Julia Isabella de año y medio de edad, a un baldío en la localidad de La Barca, ubicada a más de dos horas de camino de la zona de su cautiverio, con la intención de distraer la atención de las autoridades.
Los delincuentes se movieron entonces a otro punto, y limpiaron su casa de seguridad, luego llevaron a los afectados a una gasolinera cercana donde los abandonaron para que regresaran a su domicilio.
Durante los cateos de búsqueda se aseguraron varias fincas en la zona conocida como ‘Las Paredes’, donde se aseguraron implementos y prendas tácticas, además de cargadores de armas de diversos calibres, y altares dedicados a la Santa Muerte.
