Estamos a sólo unos días de que se cumpla el primer año de gobierno de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien tomó protesta al cargo el pasado 1 de octubre de 2024.
Entre nuevos programas sociales, obra pública, una nueva estrategia de seguridad y hasta conflictos internacionales, han transcurrido los primeros 12 meses de gobierno de la mandataria, quien emanada del movimiento de la llamada Cuarta Transformación, ha asegurado que sus lemas de trabajo son “no llegué sola, llegamos todas”.
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas y ejemplo de ello es el tema del huachicol o robo de combustible, que en su sexenio se ha visibilizado de una forma diferente a la de gobiernos pasados, pues incluso el Estado tuvo que aceptar que elementos de la Secretaría de Marina se vieron implicados en una red de huachicol fiscal.
Es por ello que hoy, en Nación321, te contamos cómo ha sido el reto del robo de combustible en el gobierno de Sheinbaum.
PARA EMPEZAR, ¿QUÉ ES EL HUACHICOL?
Primero que nada debes tener claro que el término ‘huachicol’ tiene sus orígenes en una expresión referente a una bebida alcohólica adulterada y, en su uso más contemporáneo, al robo y contrabando de combustibles en México.
El origen de la palabra proviene del español mexicano y tiene raíces en el latín ‘aquati’, que significa ‘aguados’. Históricamente, se utilizaba para describir a aquellos que diluían bebidas alcohólicas, como el tequila, con agua para aumentar sus ganancias.
Esta práctica se extendió al mundo del combustible, donde los ‘huachicoleros’ comenzaron a adulterar gasolina o diésel, sin embargo, el huachicol ha evolucionado a lo largo del tiempo y se ha convertido en una industria ilegal y criminal, con el robo directo a ductos petroleros, principalmente de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La problemática es tal que, según la Embajada de Estados Unidos en México, el robo de combustible a se ha convertido en la segunda fuente de ingresos para los grupos del crimen organizado, sólo detrás del narcotráfico.

COMBUSTIBLE RECUPERADO
De acuerdo con Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, al corte de agosto pasado, que fue cuando se presentó el último informe al respecto, desde el arranque del sexenio de la presidenta Sheinbaum han sido incautados y recuperados casi 70 millones de litros de huachicol.
Este delito, que no es nuevo, comenzó a atacarse este sexenio de manera específica y como parte de una renovada estrategia de Seguridad, se aumentaron los operativos para detectar redes criminales dedicadas al robo de combustible.

¿Y QUIÉN ESTÁ ‘HUACHICOLEANDO’?
Omar García Harfuch ha explicado que, hasta ahora, los trabajos de inteligencia revelan que no hay un común denominador entre las personas dedicadas a esta actividad: lo mismo hay grupos criminales que sólo se dedican a ‘huachicolear’, así como cárteles de la droga trabajando en estas actividades.
“Hay grupos vinculados, por ejemplo, en Guanajuato, están dos cárteles que tienen que ver directamente con el huachicol: el Jalisco y el Cártel de Santa Rosa”, detalló el pasado 8 de julio.
Otro ejemplo, dijo Harfuch en su momento, es la zona de Tabasco, que “donde está involucrada también una célula del grupo criminal local ‘La Barredora’ y un remanente de Cártel Jalisco Nueva Generación“.
GRANDES DECOMISOS
Durante este sexenio se han realizado históricos decomisos de combustible robado. Las acciones han sido tan relevantes que incluso la Embajada de Estados Unidos en México reconoció los esfuerzos del gobierno de Sheinbaum en la lucha contra el ‘huachicol’.
Estos son dos ejemplos de grandes decomisos de huachicol:
El pasado jueves 3 de julio, las autoridades localizaron, mediante dos operativos realizados en Ramos Arizpe y Saltillo, Coahuila, 129 carros de tren llenos con 15 millones 480 mil de litros de ‘huachicol’.
Otro gran decomiso ocurrió el pasado 31 de marzo, cuando la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó del aseguramiento de 10 millones de litros de diésel en la ciudad de Altamira, Tamaulipas, además de un buque con armas en el puerto de Tampico, Tamaulipas.
La embarcación, en cuyo mástil ondeaba una bandera de Singapur, fue asegurada al detectarse que había serias irregularidades en su documentación aduanal y meses más tarde destapó uno de los grandes escándalos de lo que va del sexenio.
EL HUACHICOL FISCAL
Y hablando de este decomiso, meses más tarde, específicamente al inicio de septiembre, el gobierno confirmó que en realidad este barco provenía de Texas, y se reveló que su ingreso se logró ‘gracias’ a una estela de corrupción consentida desde el gobierno, pues se falsearon papeles que indicaban que transportaba aditivos, aunque en realidad estaba cargado de combustibles transportados de manera ilegal.
Así se destapó la polémica red de ‘huachicol fiscal’, que nos es otra cosa que el robo de combustible, pero mediante mecanismos más desarrollados, pues incluyen actos de corrupción y la implicación de funcionarios públicos para llevar acabo este delito.
El destape de la red derivó en el anuncio de la detención de por lo menos 14 personas, varias de ellas altos funcionarios con puestos clave en terminales marítimas, como las que controlaban sobrinos políticos del almirante Rafael Ojeda, exsecretario de Marina en el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Por supuesto, el tema levantó polémica, pero la presidenta Claudia Sheinbaum salió en defensa de las Fuerzas Armadas, que dijo, no permitieron que en sus filas se quedaran personas cuestionables, un discurso que repitió el pasado 16 de septiembre el hoy titular de la Marina, el almirante Raymundo Pedro Morales.
“Fue muy duro aceptarlo, pero hubiera sido imperdonable callarlo. El mal tuvo un fin determinante, en la Marina no encontró lugar ni abrigo”, señaló.