Tuvieron que pasar 65 presidentes para que México, en 2024, tuviera a su primera mujer presidenta: Claudia Sheinbaum Pardo.
La primer científica en la silla presidencial se encuentra de ‘manteles largos’ este martes 24 de junio, pues celebra su cumpleaños 63, con el encargo más importante de la administración pública de nuestro país.
Para conmemorar la fecha, en Nación321 hacemos un breve recorrido por su historia de vida y por los momentos clave que han marcado su gestión.
Es licenciada en Física, egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En la misma casa de estudios obtuvo su maestría y su doctorado en Ingeniería Energética.
Años después tuvo una estancia residencial en el Lawrence Berkeley Laboratory durante cuatro años en California, Estados Unidos, ya que fue becada por la UNAM.
Claudia Sheinbaum fue miembro y una de las fundadoras del PRD en 1989. Del 2000 al 2006 fue secretaria de Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal en las administraciones de Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas.
Ella destaca su labor como coordinadora de la construcción de los segundos pisos del periférico, así como la planeación, construcción y operación de la primera línea del Metrobús y la primera ciclovía de la Ciudad de México.
En 2017 se convirtió en la jefa de Gobierno de la Ciudad de México y, seis años después, en 2024, hizo historia al tener la mayor cantidad de votos en una elección presidencial que la catapultó a Palacio Nacional.
Sheinbaum, además de científica, se destaca por ser una luchadora social, de quien se tiene registro de haber participado en diferentes movimientos durante su etapa como estudiante.
En 1986, cuando era estudiante de la Facultad de Ciencias de la UNAM, la ahora mandataria vestía overol de mezclilla y una camiseta azul de cuello alto, mientras era entrevistada sobre el Movimiento Estudiantil de 1986 a 1987 que estaba en contra del “Plan Carpizo”, el cual tenía como objetivo reestructurar a la UNAM.
En el icónico video acusó que en ese año, la Rectoría de la UNAM gastó millones de pesos para desprestigiar al movimiento estudiantil a través de los medios de comunicación, señalando que era ilegitimo y lo realizaban personas ajenas a la Universidad.
“La Rectoría gastó millones de pesos en publicaciones en los periódicos, en la radio, en la televisión, sobre todo. Decían que éramos gente ajena a la universidad y que no era un movimiento estudiantil legitimo.
“Con forme fueron avanzando las movilizaciones, la rectoría tuvo que retroceder un poco en esta visión tan fuerte que daba hacia la opinión pública, lo que era el movimiento que se estaba generando”, dijo.
En varias ocasiones, la misma Presidenta ha recordado su participación en diversos movimientos sociales y que incluso sus padres también fueron parte de luchas estudiantiles.
LOS ORÍGENES Y LOGROS
Sheinbaum nació un 24 de junio de 1962 en el entonces Distrito Federal. Su papá fue Carlos Sheinbaum, un empresario químico de padres judíos; y su mamá es Annie Pardo, una destacada bióloga cuyas raíces estaban en Bulgaria.
La ahora mandataria creció en Tlalpan, en un barrio de clase media alta, al sur de la Ciudad, con dos padres relacionados con la izquierda que, además de pan y jugo, le daban política como desayuno diario, un alimento que orientaría su futuro.
“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe”, así se define en su labor como profesional y como humana.
LLEGA A LA PRESIDENCIA
El pasado 1 de octubre tomó posesión como la Primera presidenta de México, un logro suyo que ‘coronó’ años de lucha de miles de mexicanas y de instituciones para avanzar en la igualdad de género.
“Durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas y, desde muy pequeñas, nos contaron una versión de la historia que nos quería hacer creer que el curso de la historia era sólo protagonizada por hombres. Poco a poco esa visión se ha ido revirtiendo, hoy sabemos que las mujeres participaron en las diferentes hazañas de la historia de México, desde diferente trincheras, y también sabemos que las mujeres podemos ser presidentas“, celebró en su primer discurso como la encargada del Ejecutivo federal.
REUNIÓN DE LA CELAC
El 9 de abril de 2025 hizo su primer viaje internacional como representante de México y lo hizo en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en Honduras.
Al llegar a ese país, se fundió en un abrazo fraterno con su par hondureña Xiomara Castro y desde su lugar ante líderes regionales, pugnó por la integración en la zona.
“Considero que hoy, más que nunca, es un buen momento para reconocer que América Latina y el Caribe requieren de unidad y solidaridad de sus gobiernos y de sus pueblos, a fin de fortalecer una mayor integración regional, siempre en el marco del respeto mutuo y la observancia de la soberanía e independencia de nuestros países y de los acuerdos comerciales que cada uno de nosotros pueda tener.
“Latinoamérica y el Caribe no solo somos una región de proximidad geográfica, somos una comunidad de destino, unida por la historia, por la diversidad, la resistencia y, sobre todo, los sueños de justicia.
“Ningún país de América Latina y el Caribe debe quedarse atrás, ningún niño o niña de América Latina y el Caribe debe quedarse atrás, ningún hombre o mujer de América Latina y el Caribe debe quedarse atrás", pronunció ante el aplauso de los mandatarios y mandatarias de la región.
LLAMADAS CON TRUMP
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto una prueba continua de diplomacia y relaciones internacionales para la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha sorteado los ‘dardos’ lanzados desde Washington.
A su llegada, el polémico mandatario neoyorkino de inmediato mostró su agresiva agenda migratoria y comercial de la que, afirmó, México tendría un papel clave al considerar que nuestro país tenía mucho por trabajar en ambos rubros para mantenerse como aliado prioritario deEstados Unidos.
La compleja relación entre ambas naciones se ha visto minada por constantes amenazas de Trump y señalamientos al gobierno mexicano.
La ríspida dinámica de trabajo del republicano no ha permitido una relación bilateral sana y cordial, más bien se ha cimentado en una ráfaga de amenazas que un día lanza y al otro también.
Pese a ello, el gobierno que encabeza Sheinbaum ha optado por no ser contestatario y más bien se ha conducido por la paciencia y la mesura.
Esa situación nos tiene, de momento, en una especie de tranquilidad en medio de la guerra comercial que Trump ha activado prácticamente con el mundo entero.
G7
El Grupo de los Siete es un bloque informal de grandes naciones industrializadas. Lo integran Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Gran Bretaña y Estados Unidos.
En los últimos años, gobernantes de algunos países que no son miembros del G7 y representantes de organizaciones internacionales también están presentes en algunas sesiones.
Los participantes conversan sobre una amplia gama de temas, incluidos política económica, seguridad, cambio climático, energía y género.
En esta ocasión, la primera presidenta mujer en la historia de México, Claudia Sheinbaum Pardo, fue invitada por el primer ministro de Canadá y anfitrión de la reunión, Mark Carney, una invitación que no se daba al menos en la última década según una revisión de Nación321.
Pero no se trató de una simple cortesía, son intereses estratégicos los que llevaron al primer ministro canadiense, Mark Carney, a extender la invitación a México, así como los gobernantes de la India y Brasil.
En el caso de México, extraoficialmente se conoció que Goldy Hyder, presidente del Business Council of Canada, la mayor organización empresarial de Canadá, con 170 compañías que producen más de la mitad del PIB del sector privado, insistió en que se invitase a Sheinbaum, con quien ya se había reunido en enero pasado.
Un espacio como el G7 es tierra fértil para un semillero de futuras inversiones en México, en el que la Presidenta tuvo trato directo con presidentes de países como Brasil, India o Corea del Sur, por citar unos ejemplos.
Amante de la ciencia, luchadora social y ejemplo para miles de mexicanas, Sheinbaum llega a su cumpleaños 63 como una de las mujeres más influyentes del planeta y con la responsabilidad de seguir guiando el rumbo del país.
