La reciente ola de violencia en el país dejó afectaciones en los ámbitos social y económico, así como fuertes críticas en el sector político donde se exigieron acciones urgentes para reducir los ataques directos de la delincuencia organizada contra negocios y civiles.
Alertas para reconsiderar viajes a México, tiendas incendiadas y civiles muertos sólo se traducen en una cosa, según la iniciativa privada: “inhibir la llegada de nuevas inversiones” e “infundir miedo entre las familias mexicanas”.
Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California resienten hasta la fecha los ataques simultáneos que se realizaron para impedir la captura de líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Unas de las imágenes que más se compartieron en redes sociales durante los ataques fue la quema de establecimientos como OXXO, farmacias, pizzerías y hasta un supermercado.
De acuerdo con cámaras empresariales, la ola de violencia dejó pérdidas millonarias a la iniciativa privada y, aunque no revelaron las cifras, consideraron que sienta un precedente negativo para las inversiones en México.
"La violencia ha alcanzado a centros laborales que son la fuente de ingresos de miles de mexicanos. La situación no solo deteriora la ya afectada economía nacional, enrarece el ambiente de negocios y es un factor más que inhibe la llegada de nuevas y muy necesarias inversiones al país", expresó la Confederación Nacional de la República Mexicana (Coparmex).
El grupo FEMSA fue de los más afectados, tan sólo en Jalisco reportó la quema de 25 sucursales de las tiendas OXXO. La mayoría de las tiendas se localizaron en Irapuato con 20 sucursales, tres en Celaya y dos en León.
Sobre afectaciones en las sucursales de Jalisco, la empresa no compartió información.
La Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos ( CONCAMIN) fue una de las primeras cámaras en reaccionar a la escalada de violencia y afirmó que el fin de semana pasado se registraron pérdidas millonarias en la industria, sector turismo, comercio y servicios.
Incluso, CONCAMIN mencionó que los incendios ya pueden ser considerados como una amenaza constante para la sociedad de esos estados del norte, lo que refleja, según la iniciativa privada que "el crimen organizado continúa teniendo el control sin acción de las autoridades".
Estados Unidos ha emitido alertas de viaje durante los últimos años tras ataques directos o enfrentamientos entre el crimen organizado y las Fuerzas Armadas. Sin embargo, esto genera un efecto colateral para el turismo, una de las industrias más importantes de México.
Cámaras de comercio, operadores de servicios turísticos y población en general han mencionado que identificar una zona como extremadamente violenta inhibe la llegada de turistas y ensombrece la economía local.
Durante la semana pasada, Estados Unidos emitió al menos tres alertas de viaje para sus empleados y connacionales: Jalisco, Guanajuato y Baja California.
En Guadalajara, la misión diplomática detalló que “el Consulado General de los Estados Unidos en Guadalajara ha dado instrucciones a los empleados para que sigan los consejos de las autoridades locales y permanezcan en el lugar hasta nuevo aviso”.
Mientras que en Guanajuato advirtió a sus ciudadanos reconsiderar los viajes debido a la delincuencia, "tras numerosos actos confirmados de violencia".
Para el caso de Baja California también emitió recomendaciones por la quema de vehículos, bloqueos de carreteras y fuerte actividad policial en Tijuana, Mexicali, Rosarito, Ensenada y Tecate.
A diferencia de otros eventos violentos en el país, el narcotráfico atacó de manera directa a civiles que se encontraban en sus centros de trabajo. Los hechos provocaron un estado de alarma entre la población de Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California y llevaron no solo a cierres de negocios sino a la cancelación de eventos y a que las personas prefirieran encerrarse en casa.
El arribo de cientos de militares también ocasionó que los ciudadanos evitaran seguir con su rutina y salir de sus hogares por miedo a enfrentamientos.
"Durante estos terribles incidentes, fallecieron una colaboradora nuestra y una joven que había ido a presentar su solicitud de trabajo. En OXXO lamentamos profundamente estos hechos y brindaremos todo nuestro apoyo a los familiares que sufrieron esta irreparable pérdida", expresó FEMSA sobre los ataques directos a la población.
Medios locales reportaron que, un día después de los ataques en cada entidad, las calles lucieron desérticas y la gran mayoría de los comercios fijos o informales permanecieron cerradas por varias horas.
Las unidades del transporte público, que fueron las que más incendiaron los integrantes de la delincuencia organizada, también lucieron vacías y muchas por precaución no brindaron el servicio la semana pasada como lo hacen de manera habitual.
Dirigentes y legisladores federales de la oposición reclamaron que la ola de violencia “se expanden por el país” y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es “omiso”, “claudica” y “abandona a su suerte a la población”.
Advirtieron que el Presidente está “más ocupado y preocupado” por la sucesión presidencial que por la “nación en llamas” que dejará.
El dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, comentó que “el país se encuentra preocupante y peligrosamente en llamas, gobernado en los hechos por la delincuencia organizada y (en el gobierno) no quieren cambiar su estrategia”.
El coordinador del PAN en el Senado, Julen Rementería, sostuvo que “lo realmente grave es que vemos un gobierno indiferente ante la ola de violencia y obsesionado más con la sucesión”.
“Los mexicanos vivimos con el miedo y la incertidumbre de saber cuándo nos tocará pasar por un suceso como los últimos acontecimientos violentos que han pasado”, lamentó.
