INAH localiza asentamiento humano de más un milenio en Tamaulipas

Otros entierros fueron depositados, en su mayoría, en posición flexionada, sedente y dorsal
Otros entierros fueron depositados, en su mayoría, en posición flexionada, sedente y dorsal
Asentamiento.Otros entierros fueron depositados, en su mayoría, en posición flexionada, sedente y dorsal
INAH
Nación321
2023-02-09 |14:13 Hrs.Actualización14:14 Hrs.

Al sur de Tamaulipas, en el municipio de Ocampo, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) localizaron un par de basamentos circulares, donde han recuperado más de una decena de enterramientos humanos que, vistos conjuntamente, dan cuenta de la diversidad de antiguas prácticas funerarias en esta área de la Huasteca tamaulipeca.

En el sitio arqueológico en el sur de Tamaulipas, denominado El Naranjo, se lleva a cabo un rescate arqueológico que acompaña la construcción de la carretera Mante-Ocampo-Tula (que conectará los municipios de Mante, Ocampo y Tula), que realiza la Secretaría de Cultura.

El coordinador de estas tareas, el arqueólogo Esteban Ávalos Beltrán, informó que en este proyecto, el cual después se convertiría en un salvamento, se han identificado y explorado un par de construcciones de tierra con mampostería de roca caliza y basalto. 

Al interior se descubrió un enterramiento múltiple y simultáneo, consistente en las osamentas de tres individuos adultos, los cuales al ser inhumados fueron ataviados con pendientes de concha y cuarzo verde, de cinco por seis centímetros.

Otros entierros de tipo individual fueron depositados, en su mayoría, en posición flexionada, sedente y dorsal, así como lateral. Entre estos destaca el entierro 4, encontrado en el Montículo 1, el cual se trata de un personaje adulto localizado dentro de un túmulo de piedra caliza, práctica funeraria similar a las observadas en el sitio de Tamtoc, en San Luis Potosí, al sur del estado de Tamaulipas, de ahí la relevancia de su identificación en la zona.

El investigador del Centro INAH Tamaulipas explica que lo interesante de El Naranjo es su localización, junto con otros sitios, en el septentrión mesoamericano, “en uno de los valles de la Sierra Madre Oriental, entre las Grutas de la Puente y el Cañón de La Servilleta, donde comienzan a observarse características que siglos más adelante, en el periodo Posclásico (1200-1521 d.C.), se asociarían a la tradición cultural huasteca”.