Fallece segundo migrante tras ataque a balazos de Guardia Nacional en Chiapas

Colocaron una ofrenda en el Antimonumento 72+ para migrantes fallecidos en el país
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MigrantesColocaron una ofrenda en el Antimonumento 72+ para migrantes fallecidos en el país
Cuartoscuro
AP
2021-11-02 |20:27 Hrs.Actualización20:26 Hrs.

Uno de los cuatro migrantes que resultaron heridos cuando elementos de la Guardia Nacional dispararon a una camioneta que evadió un control Chiapas perdió la vida cuando ya estaba en el hospital. Con esto suman dos víctimas mortales en este incidente que ya está en manos de la fiscalía federal.

Dos personas de áreas distintas conocedoras de la investigación confirmaron a AP el segundo fallecimiento. Se trata de un hombre con heridas de arma de fuego que murió en el hospital el día del evento. Una de ellas agregó que otro de los heridos, una mujer cubana, se encuentra en estado “delicado”.

La Guardia Nacional reconoció que la madruga del domingo elementos de su cuerpo dispararon a una camioneta que llevaba 14 migrantes que había evadido un control cuando el vehículo había intentando embestirles y vieron “en riesgo inminente su integridad”. En la camioneta viajaban nacionales de Cuba y de Ghana, entre ellos, dos menores. El fallecido y los heridos eran todos cubanos.

El conductor fue puesto a disposición de la fiscalía, los heridos trasladados al hospital y los supervivientes quedaron bajo custodia de las autoridades como presuntas víctimas de un delito de tráfico de personas. El cadáver del primer fallecido, un hombre cubano, fue localizado en la parte de atrás de la pick-up con lesiones de arma de fuego.

La fiscalía del estado de Chiapas, la primera en llegar al lugar de los hechos, indicó el martes en un comunicado que trasladaba la investigación a la Fiscalía General de la República, dado que elementos de la Guardia Nacional “son señalados como sujetos activos" del delito de homicidio calificado.

Según los datos de la fiscalía estatal, en la camioneta también había un arma larga y un cargador. La Guardia Nacional no hizo mención alguna a ese detalle en la explicación ofrecida el domingo. Tampoco mencionó haber visto a nadie armado en la camioneta ni haber recibido disparos. Sí afirmó que su personal, armamento y equipo estaba a total disposición de los investigadores.

Los migrantes supervivientes, en sus declaraciones, indicaron que nadie del vehículo en el que viajaban estaba armado, dijo una de las personas conocedoras de la investigación. Sin embargo, fotos que están en la carpeta de las pesquisas muestran al migrante muerto, boca abajo con el arma larga bajo su cuerpo. Según un funcionario estatal que también pidió el anonimato por no estar autorizado a hacer declaraciones de una investigación en curso, el arma era un AR-15 de uso militar.

El incidente ocurrió en una zona despoblada de ranchos ganaderos y muy cerca de la zona por la que estos días transita una caravana de migrantes aunque los implicados en el letal evento no pertenecían al grupo de pocos miles que salió el 23 de octubre de Tapachula, casi en la frontera con Guatemala y avanza poco a poco caminando hacia Ciudad de México.

Según la explicación de la Guardia Nacional del lunes, tres vehículos evadieron un puesto de seguridad en la zona y los agentes salieron en su busca. En un camino de tierra, la Guardia se encontró de frente con una de las camionetas, que no atendió la orden de detenerse e “intentó embestir a los elementos”. Los agentes, al ver “en riesgo inminente su integridad, accionaron sus armas para detener el vehículo”, que se detuvo a 50 metros. Aunque tanto el chofer como los pasajeros intentaron escapar, todos fueron detenidos.

Campesinos de la zona, un área despoblada salpicada de ranchos ganadores, dijeron a AP que en la madrugada del domingo escucharon el rechinar de los carros que huían de las autoridades, así como torretas de patrulla. Después comenzaron las detonaciones en forma de ráfagas. Todos pidieron no mencionar su nombre por miedo, ya que esa zona, es usada habitualmente por los traficantes de migrantes para evadir un control de las fuerzas de seguridad que hay cercano.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos —la entidad oficial que vigila la actuación de los funcionarios públicos— también ha abierto una investigación sobre lo ocurrido.