Extorsiones llevan a la quiebra a rastros de pollo en el Valle de Toluca

Empresario lamentan que el crimen organizado tenga más ganancias
Empresario lamentan que el crimen organizado tenga más ganancias
Diferencia.Empresario lamentan que el crimen organizado tenga más ganancias
Cuartoscuro
Ricardo Guadarrama / Corresponsal
2024-01-15 |08:27 Hrs.Actualización08:26 Hrs.

El municipio de Zinacantepec, aledaño a la capital del Estado de México, se ha quedado sin rastros para procesar pollo vivo, esto por las extorsiones de presuntos miembros del cártel de “La Familia Michoacana”, que han llevado a la quiebra a este tipo de negocios.

Sin embargo, en Toluca, sus integrantes criminales han encontrado la forma de comprar ya procesado este alimento que forma parte de la canasta básica y revenderlo en pollerías de Zinacantepec, imponiendo el costo de compra-venta y al mismo tiempo seguir extorsionando a sus propios “clientes” exigiéndoles cuatro pesos por kilo de pollo entero que vendan.

En recientes meses, en Toluca han cerrado de seis a ocho rastros de pollo por las constantes extorsiones de las que eran objeto sus propietarios, “en Zinacantepec había más y después que comenzaron a cobrar cuotas ya solo se quedó un rastro, pero después lo cerraron y ahora en Zinacantepec, que yo sepa, ya no hay ningún rastro operando, cerraron todos los rastros, todos, todos lo que había", indicó un empresario del ramo que pidió no dar su nombre. 

"Ellos (los delincuentes), están comprando el pollo en rastros de Toluca, quienes extorsionan compran el pollo ya procesado y se lo llevan a repartir a los clientes, ya procesado en Zinacantepec, pero la cuota la siguen cobrando, buscaron la manera de cómo hacerle porque les cerraron el último rastro”, sostuvo.

GANANCIAS DEL CRIMEN 

El inversionista del Valle de Toluca refirió que ellos compran el pollo vivo en promedio en 29 pesos el kilo a grandes empresas que tienen sus granjas en estados como Puebla, Jalisco, Veracruz y Querétaro, y hacen las entregas a mayoristas del Valle de Toluca en 34 pesos, pero ya sin plumas y sin sangre, es decir, cinco pesos más que es la ganancia por haber procesado el alimento.

Y cuando el pollo llega a una pollería, el vendedor le quita las viseras y lo parte. Todo este proceso, desde que se mata el pollo, se despluma y se desangra merma también las ganancias para los polleros del Valle de Toluca.

Los cinco pesos de ganancia a los que se refiere la persona informante, son para pagar trabajadores, transporte, nómina, contador, agua, luz, renta de bodegas, si es el caso y teléfono, entre otros gastos.

Sin embargo, el delito de extorsión que practica “La Familia Michoacana”, al exigir cuatro pesos por kilo de pollo es dinero libre para la delincuencia organizada, pues ya no paga impuestos ni otros insumos como agua y energía eléctrica.

“Realmente ellos (los delincuentes) ganan más que nosotros. Ellos ganan esos cuatro pesos sin hacer nada y nosotros ganamos cinco pesos, pero tenemos que pagar nómina, sueldos, gas, agua, luz, el contador, hacienda, también pagamos impuestos y ellos cobran esos cuatro pesos sin hacer nada”, abundó.