CHILPANCINGO, Gro.- Luego de haber sido detenido en cateos ligados al caso Ayotzinapa realizados durante la madrugada del pasado 26 de noviembre en el municipio de Iguala, familiares del nutriólogo Irving Arroyo Aranda pidieron dieron su libertad inmediata y el respeto a un juicio justo para el profesionista.
Detallaron que Irving Arroyo es licenciado en Nutrición, egresado de la Universidad Fray Luca Paccioli, con título y cédula profesional, de quien aseguran que, desde el año 2013, se desempeña como profesional de la salud en el Centro de Salud Agustín Batalla, donde, enfatizaron, “ha trabajado con ética, vocación y compromiso al servicio de la comunidad”.
Sobre la detención de este profesional y su presunta implicación en el caso Ayotzinapa, se dio a conocer que el pasado miércoles 26 de noviembre, entre las 4:00 y 4:30 de la madrugada, autoridades ingresaron al domicilio de Irving Arroyo Aranda, ubicado en Luis Donaldo Colosio #30, Unidad Habitacional Nicolás Bravo, donde realizaron un cateo.
Precisaron que, al concluir el operativo, Irving fue privado de su libertad sin que se informara a su familia sobre su paradero y que, durante más de cinco horas, sus seres queridos vivieron una profunda incertidumbre, hasta que, a las 3:00 de la tarde de ese día, se les notificó que el joven se encontraba en la Fiscalía de la Ciudad de México en calidad de detenido.
Posteriormente, los días jueves 27 y viernes 28 de noviembre se llevaron a cabo audiencias en las que se le imputan hechos que sus familiares y amigos dicen desconocer sobre los 43 normalistas.
Informaron que el nutriólogo se ha declarado inocente y exige un proceso justo, transparente y respetuoso de sus derechos humanos.
En el comunicado proporcionado por los familiares del detenido, se indica que los sellos en las propiedades cateadas durante la madrugada del 26 de noviembre establecen que la orden de cateo fue solicitada bajo el argumento de que los domicilios están relacionados con actividades de la organización delictiva “Guerreros Unidos” y podrían haber sido utilizados para llevar a cabo reuniones vinculadas al tráfico de estupefacientes y que podrían aportar indicios sobre la desaparición de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, el 26 y 27 de septiembre de 2014.



