Carlos Manzo Rodríguez, presidente municipal de Uruapan, Michoacán, fue asesinado la noche del 1 de noviembre de 2025. A una semana del crimen, habitantes del municipio realizaron una marcha bajo el lema “Por los que ya no están, por los que aún tienen miedo y por los que seguimos de pie”.
La movilización partió de la Glorieta de McDonald’s y recorrió avenidas como el Paseo Lázaro Cárdenas, calle Morelos y avenida 5 de Febrero hasta la Pérgola Municipal.
Como parte de la protesta, las autoridades reforzaron la seguridad, implementando retenes del Ejército, la Guardia Nacional y la policía local en las entradas y salidas de Uruapan.
La marcha expresa el creciente hartazgo social ante la violencia regional y la sensación de impunidad. Manzo había denunciado públicamente amenazas de grupos delictivos y había solicitado apoyo federal y estatal previamente a su asesinato.
Los manifestantes exigen avances claros en las investigaciones y mayor presencia de las fuerzas de seguridad, señalando que el homicidio del alcalde representa una falla institucional grave.
El Movimiento del Sombrero, y otras organizaciones
ciudadanas cuestionan la actuación del gobierno estatal encabezado por Alfredo Ramírez Bedolla y demandan que no quede en mera simbología.



