Luego de 11 años en una fría cámara del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, Magdalena Pérez López fue entregada a su familia.
El caso de esta mujer que desapareció el pasado 28 de septiembre de 2014 sacudió a la sociedad de Zapopan, pues no dan crédito que todo este tiempo, el cadáver de Magdalena estuvo bajo resguardo de autoridades.
Según los dichos de la familia, una vez que Magdalena no regresó a su hogar, se emitió una ficha de búsqueda, se proporcionaron datos de ADN y la madre de la mujer acudía cada 15 días al servicio forense con la ilusión de hallar a su hija... pese a ello, no la volvió a ver sino hasta 11 años después.
Tres meses después de la desaparición de la madre de tres niños, su cuerpo fue encontrado en bulevar Lomas del Mirador, en el municipio de Tlajomulco, ahí dieron parte a las autoridades, quienes de inmediato llevaron el cadáver al servicio forense para su resguardo.
Peritos determinaron que había dificultades para su identificación, pues el cuerpo estaba calcinada. Tras confrontar las muestras de ADN, el pasado 24 de octubre se estableció que Magdalena siempre estuvo bajo resguardo forense y se procedió a entregarla a la familia, que ya realiza las exequias.
Según los resultados de la necropsia, Magdalena falleció debido a un fuerte golpe en la cabeza, y posteriormente fue quemada. Familiares sospechan de la expareja de la mujer, de quien no tienen información desde hace años.
Por su parte, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco indicó que “es indignante, inhumano y preocupante que un cuerpo haya permanecido en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses durante 11 años sin ser identificado. 11 años de incertidumbre, 11 años de dolor, 11 años de preguntas sin respuesta. La familia merece saber la verdad, merecen justicia y merecen cerrar este capítulo de dolor. ¿Cómo es posible que esto haya sucedido? Es hora de exigir respuestas y cambios para que ninguna familia tenga que pasar por esto”.
