MÉRIDA, Yuc.- El Zoológico y Jardín Botánico “La Reina”, en el municipio de Tizimín, fue clausurado temporalmente por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), tras detectarse graves irregularidades en el trato y manejo de más de 300 ejemplares de fauna silvestre.
La medida fue tomada luego de denuncias ciudadanas en redes sociales, causadas por la muerte de un jaguar en cautiverio, hecho que encendió las alertas sobre un posible crimen medioambiental en el recinto.
La inspección reveló un escenario alarmante: animales hacinados, sin atención veterinaria ni dietas adecuadas, y con condiciones insalubres que representan riesgos tanto para las especies como para el personal y los visitantes.
Profepa determinó la clausura total temporal del zoológico y ordenó medidas de urgente aplicación para atender las violaciones a la normatividad ambiental.
Durante la revisión, inspectores documentaron la presencia de 302 ejemplares silvestres, nacionales y exóticos, varios de ellos catalogados en riesgo según la NOM-059-SEMARNAT.
Entre las irregularidades más graves se encontraron recintos pequeños y oscuros, mezcla de animales sanos con enfermos, acumulación de lodo contaminado por drenaje y ausencia de medidas básicas de bioseguridad como tapetes sanitarios.
La Procuraduría destacó que el zoológico no contaba con registros médicos veterinarios de ninguno de los ejemplares, y que la alimentación brindada a muchas especies no correspondía con lo estipulado en el Plan de Manejo autorizado.
Esta negligencia sistemática, señalaron, constituye una violación directa al bienestar animal y a la legislación ambiental vigente.
EJEMPLARES ASEGURADOS
Además de la clausura, Profepa aseguró de manera precautoria 95 ejemplares, entre ellos un tigrillo, una leona africana, 14 monos araña, venados cola blanca, pecaríes, boas, zorras grises y diversas aves exóticas. Todos permanecen bajo resguardo en el propio Parque Zoológico “La Reina”, donde continuarán siendo atendidos bajo supervisión.
Autoridades ambientales subrayaron que la clausura no implica el abandono de los animales, sino la obligación del zoológico de garantizar su alimentación y cuidado mientras se corrigen las irregularidades.
La Profepa realizará nuevas visitas para verificar el cumplimiento de las medidas correctivas y determinar posibles sanciones administrativas o penales.
“Nos tomamos muy seriamente el tema del bienestar animal. Los establecimientos que manejan fauna en confinamiento tienen la responsabilidad de cumplir con la ley y con las condiciones estipuladas en sus planes de manejo”, afirmó la titular de la Profepa, Mariana Boy.
MUERTE DE JAGUAR, EL INICIO DE TODO
El jaguar macho del Parque Zoológico y Botánico “La Reina”, en Tizimín, murió a los ocho años de edad, apenas seis meses después de su llegada como parte de un proyecto de reproducción en cautiverio.
El ejemplar, recibido en abril y presentado como el nuevo “inquilino estrella” del parque, formaba parte de un intercambio de resguardo y estaba destinado a aparearse con “Morita”, una hembra jaguar del recinto.
De acuerdo con autoridades municipales, el felino presentó complicaciones en sus órganos respiratorios que derivaron en su fallecimiento, aunque no se precisó la fecha exacta del deceso.
Indicaron que, al momento de su arribo, el jaguar se encontraba en buen estado de salud y cumplía con los requisitos del programa de conservación.




