Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, Michoacán, hizo una inusual petición y pidió metralletas FN-Minimi, de corte militar, al secretariado ejecutivo de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, con la finalidad de equipar mejo a su policía municipal.
“No puede ser posible que los delincuentes estén mejor armados que las policías municipales”, reclamó al explicar que “que la capacidad de fuego” de las autoridades locales debe ser “por lo menos igual” a la de los grupos criminales.
La petición surgió luego de que informara sobre el aseguramiento de un relevante arsenal de armas en la zona boscosa de Toreo el Alto.
Al hablar con medios de comunicación, Carlos Manzo criticó que el poderío de armas del crimen organizado, “en un país como México, lo único que refleja es un Estado fallido y que se le da ventajas a la delincuencia para que actúen en contra de la gente que quiere hacer bien su trabajo y en contra de la ciudadanía”.
Vale la pena señalar que, en su solicitud, Manzo pidió también cartuchos para otros armamentos.
