Para quienes buscan aprovechar el verano sin salir muy lejos, el Estado de México ofrece una serie de experiencias que van desde explorar grutas subterráneas hasta sobrevolar pirámides en globo aerostático. La Secretaría de Cultura y Turismo estatal ha preparado nueve rutas que integran paisajes naturales, historia local y actividades recreativas.

Entre las propuestas más llamativas está el recorrido ‘Sor Juana y los Volcanes’, en el municipio de Tlalmanalco, donde el Parque Ecoturístico Dos Aguas invita a conocer cascadas y recorrer senderos entre bosques, además de ofrecer la oportunidad de observar luciérnagas en su temporada.

En Teotihuacán, la ruta ‘Lugar de los Dioses’ permite ver desde el cielo las imponentes pirámides, a bordo de un globo aerostático que parte de San Martín de las Pirámides.
Quienes prefieren el ecoturismo con tintes históricos pueden visitar Villa del Carbón, donde la ruta ‘Leyendas del Camino Real’ incluye paseos en lancha y tirolesa en la Presa del Llano, además de zonas para acampar o preparar alimentos al aire libre.

Otra opción con carga simbólica es el Centro Ceremonial Otomí en Temoaya, parte de la ruta “Grandeza Otomí”, que combina la tradición cultural de esta comunidad con actividades como caminatas y picnics.

También destacan otros destinos como el Parque Recreativo El Salto, en Villa Victoria, con su cascada de casi 10 metros; el Parque Maatawi, en Temascaltepec, que protege la lengua Matlatzinca y ofrece cabañas ecológicas; y las Grutas de la Estrella, en Tonatico, un recorrido subterráneo lleno de formaciones rocosas milenarias.
Para quienes buscan tranquilidad y reflexión, la ruta ‘Fe y Espiritualidad’ propone una visita al Desierto del Carmen, donde un convento del siglo XVIII se alza entre los árboles. Mientras tanto, en Jilotzingo, la Presa Capoxi ofrece un entorno ideal para remar en kayak, descansar en cabañas o simplemente caminar entre el paisaje boscoso.
Las nueve rutas diseñadas por el gobierno estatal buscan ofrecer alternativas para distintos tipos de turistas, desde los más aventureros hasta quienes prefieren actividades más tranquilas. En todos los casos, se trata de propuestas cercanas, accesibles y con un fuerte componente cultural y natural.
Así, el Estado de México se perfila como una opción atractiva para quienes desean reconectar con la naturaleza y descubrir rincones poco conocidos sin salir de la región centro del país.