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Proponen multar a dueños de perros que generen ruido excesivo en Monterrey

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Ladridos perrosLa iniciativa contempla capacitaciones obligatorias en adiestramiento y bienestar animal
(shutterstock)

Los propietarios de perros que ladren de forma persistente debido a condiciones inadecuadas de cuidado podrían enfrentar sanciones económicas en Monterrey, de acuerdo con una propuesta presentada por la regidora del Partido VIDA, Zally Alanís.


La funcionaria impulsa reformas a los artículos 6 y 7 de los reglamentos municipales de Protección Animal y de Justicia Cívica con el objetivo de fomentar la tenencia responsable y garantizar la tranquilidad en las colonias.

“Lo que queremos es una armonía entre la convivencia de nuestros vecinos y además seguir fomentando el cuidado y bienestar animal”, expresó Alanís, quien dejó claro que la medida no pretende reprimir la conducta natural de los perros, sino responsabilizar a los dueños cuando los ladridos resulten de un entorno inadecuado o de abandono.

La regidora señaló que las multas propuestas podrían ir de 2 mil 500 a 4 mil 500 pesos, y se aplicarían en casos donde los animales, por estrés, hambre o encierro, emitan ladridos constantes que afecten a los vecinos.

“Hay muchos casos de perros que ladran por estrés, hambre, encierro o maltrato. El problema no es el animal, sino quien lo tiene y no se hace cargo”, afirmó durante su intervención ante el Cabildo.

Además de las sanciones económicas, la iniciativa contempla capacitaciones obligatorias en adiestramiento y bienestar animal para los propietarios sancionados, a fin de prevenir que las condiciones de maltrato o negligencia se repitan.

La propuesta cobró aún más relevancia tras recordar un precedente legal en Guanajuato: en marzo de 2024, la Novena Sala Civil del Supremo Tribunal de Justicia de ese estado resolvió un caso en el que un menor sufrió afectaciones emocionales por los ladridos constantes de un husky siberiano. El tribunal dictaminó que “los ladridos constituyeron una perturbación significativa del entorno familiar” y condenó al dueño del perro a reparar el daño moral ocasionado.

“En este caso, queremos que quien tenga animales con este caso, sean sancionados conforme al reglamento actual que marca la contaminación auditiva”, explicó Alanís, destacando que no se trata de castigar a los perros, sino de promover un ambiente sano para todos, incluidos los propios animales.

En redes sociales, la iniciativa generó opiniones divididas. Mientras algunos usuarios apoyaron la medida al considerar que el bienestar animal comienza con una atención adecuada, otros mostraron preocupación por los criterios que usarán las autoridades para determinar cuándo el ladrido de un perro se vuelve sancionable, sugiriendo que los inspectores deben tener formación especializada en comportamiento animal.

Por lo pronto, la propuesta ya se discute a nivel municipal y ha puesto sobre la mesa un debate necesario sobre el ruido, la convivencia vecinal y el trato que se da a las mascotas en las zonas urbanas.

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