Durante la cuarta diligencia de exhumación en las fosas comunes del panteón Pedro Amaro, en Jojutla, Morelos, buscadoras del colectivo Desaparecidos Tetelcingo y Jojutla localizaron más de 60 cuerpos, entre ellos al menos una decena de mujeres y entre 10 y 12 bebés, además de restos óseos que no han podido ser clasificados.
Se trata del hallazgo más grande documentado hasta ahora en ese sitio, a 58 kilómetros de Cuernavaca.
“Hasta ahora hablamos de más de 60 cuerpos, incluidos entre 10 y 12 bebés y entre 10 y 12 mujeres, además de una decena de restos óseos. Pero la clasificación no es clara”, declaró Amalia Alejandra Hernández Hernández, tía de una víctima e integrante del colectivo.
Las buscadoras denunciaron una serie de irregularidades en el manejo de los restos, como errores en la toma de muestras, embalajes que contienen partes de más de una persona y una nomenclatura deficiente que complica el conteo real. Un caso que ejemplifica el desorden es el de un bebé completo registrado como “hueso disperso”.
Además, señalaron que los trabajos carecen de personal forense especializado. No hay antropólogo físico ni arqueólogo adscrito por parte de la Fiscalía. La única persona en campo con esa función es una arqueóloga de la Comisión Nacional de Búsqueda, pero sin cédula profesional. Tampoco se contó de forma permanente con la Guardia Nacional, lo que ha dificultado la recolección adecuada de perfiles genéticos.
Las labores, que comenzaron el 16 de abril como parte de un acuerdo entre colectivos y autoridades, fueron interrumpidas este fin de semana luego de que un dictamen técnico advirtiera el riesgo de colapso de un muro perimetral debilitado por las lluvias provocadas por el huracán Erick.
La Fiscalía de Morelos suspendió temporalmente la excavación, que ya alcanzaba los 2.5 metros de profundidad, y convocará a una nueva reunión con las familias para evaluar los avances y definir una posible reanudación.
Desde 2017, las fosas de Jojutla se han convertido en un símbolo de la crisis forense en el estado. Las familias han participado en diversas jornadas de búsqueda en condiciones que, denuncian, no garantizan ni verdad ni justicia. En ocasiones anteriores, han hallado cuerpos maniatados o envueltos en bolsas de plástico.