Participación, ¿en declive?

Hubo un bajo nivel de participación en las elecciones de 2019
Hubo un bajo nivel de participación en las elecciones de 2019
Votación.Hubo un bajo nivel de participación en las elecciones de 2019
Cuartoscuro
autor
Alejandro Moreno
Director de encuestas de Nación321
2019-06-07 |06:16 Hrs.Actualización06:17 Hrs.

La manera en que los mexicanos ejercieron el poder del voto en 2018 no solo produjo nuevos gobiernos a nivel federal, estatal y local, sino que cambió la fisonomía del sistema de partidos. Es probable que el sentido de empoderamiento ciudadano se haya fortalecido.

Por eso sorprende que en las elecciones del pasado domingo, el nivel de abstencionismo haya sido tan alto

La caída en la participación electoral fue generalizada, pero particularmente notable en Puebla y Quintana Roo, donde fue de 22 y 23 puntos más baja que el promedio de las tres elecciones anteriores para gobernador y ayuntamientos, respectivamente. 

En Puebla, donde votó el 33% del electorado, las elecciones para gobernador de 1998 a 2010 había sido alrededor de 55%, con un bajón a 45% en 2016 y con un salto a 68% en 2018.

Podría pensarse que la turbulenta situación política de Puebla pudo haber incidido en el abstencionismo, pero el hecho es que éste se dio en diversos estados.

Participación electoral

PUEBLA

%

1998

55.5

2001

51.9

2004

55.2

2007

47.0

2010

55.7

2013

56.0

2016

44.9

2018

67.6

2019

33.4

Fuente: Organismo electoral local.

Nota: Las elecciones para gobernador fueron en 2019, 2018, 2016, 2010, 2004 y 1998. El resto son de ayuntamiento y diputados locales.

En Quintana Roo, donde acudió a votar el 22% de los electores, las elecciones municipales habían registrado tasas de participación en torno al 45% entre 2002 y 2013. ¿Qué sucedió ahí? Considerando el promedio de participación de las últimas tres elecciones locales, la participación en Tamaulipas fue casi 17 puntos más baja, en Aguscalientes casi 8 puntos menor al promedio, y en Durango 6 puntos por abajo. ¿Qué pasó?

QUINTANA ROO

%

1999

57.0

2002

44.7

2005

56.3

2008

46.2

2010

44.3

2013

45.3

2016

54.0

2019

22.1

Fuente: Organismo electoral local.

Nota: Las elecciones para  gobernador fueron en 2016, 2010, 2005 y 1999. El resto son de ayuntamiento y diputados locales.

Baja California ha tenido históricamente bajas tasas de participación, en parte por un electorado móvil o de paso que se registra pero que no radica ahí. Sin embargo, en este 2019 la de por sí baja participación llegó a un punto mínimo en el estado, con 29.6%, 9 puntos por debajo del promedio de participación en las tres últimas elecciones para gobernador.

Entre las posibles explicaciones que he leído estos días sobre el abstencionismo, los primeros sospechosos son los electores, señalando ya sea su apatía, hartazgo, desencanto o conformismo. Pero, ¿acaso no fue 2018 una elección en la que se movilizó exitosamente el hartazgo? Habría entonces que sospechar también de la capacidad de movilización política de los partidos posterior a 2018. El abstencionismo del 2 de junio podría reflejar partidos debilitados tanto o más que ciudadanos apáticos.

Fuente: Cuartoscuro

Cualquiera que sea la causa del abstencionismo, habrá qué identificarla bien y no sólo especular sobre ella. La caída en la participación no marca tendencia, es decir, no es seguro que siga cayendo. Pero sí es una señal preocupante del nuevo sistema de partidos que emergió de 2018 y que está tratando de adaptarse a nuevas circunstancias de competencia.

Para las encuestas, esta caída en la participación es un desafío importante. La encuesta que hicimos en Puebla previa a la elección para gobernador señalaba una menor participación que en 2018, pero no preveía una caída tan drástica. 

Nuestro error promedio fue de 7.3 puntos en la encuesta y 8 puntos en el escenario de votantes probables, ligeramente mayor al error promedio total de 6.4 puntos en 15 encuestas finales dadas a conocer, y por arriba de lo aceptable. Subestimamos fuertemente al PRI, en parte por metodología y en parte porque la participación rural en Puebla fue ligeramente mayor que la urbana. 

Por otro lado, nuestra encuesta y su estimación de votantes probables destaca por haber previsto un escenario más cerrado del que se preveía en la mayoría de las encuestas: nuestro error en la ventaja de primero sobre segundo lugar fue de 3 y 6 puntos, comparado con el promedio de 12 puntos de error de las 15 encuestas.

Aunque algunos concluyan que es culpa de los electores por su apatía o hartazgo, el abstencionismo del 2 de junio es un fenómeno todavía pendiente de entender.  

(Con la colaboración de Yuritzi Mendizábal)