Julio César Chávez Jr., hijo de la leyenda mexicana Julio César Chávez, negó tener relación de trabajo o complicidad con algún cártel de la droga.
Actualmente en México, tras ser extraditado desde Estados Unidos, en donde fue detenido a inicios de julio por elementos de ICE, el boxeador lamenta que su nombre esté ligado con algunos de los grupos criminales más temidos del país y a nivel global, y negó tajantemente cualquier conexión con ellos.
El deportista aceptó que conoce a gente “de todo tipo” en su vida, sin que ello signifique tener alguna relación.
En ese sentido, Chávez Carrasco explicó que jamás ha tenido la necesidad de caer en malos pasos para ganarse la vida y hay mucha gente que podría dar fe de ello, según sus palabras.
“Sí, claro (soy inocente), yo no soy traficante, en Culiacán y todo el mundo lo sabe. Golpear gente para un cartel o esas cosas yo no, gracias a Dios no he tenido la necesidad”, aseveró en una charla con TUDN.
Dijo que resultó una sorpresa su detención en la Unión Americana. Fue un shock para mí, yo jamás me esperaba que me detuvieran… me salía a pasear en mi patín, un scooter, y a la segunda vuelta llegaron las patrullas, eran cinco. Yo les decía que tenía Visa y me la cancelaron ese mismo día”, añadió.
El boxeador enfrenta acusaciones relacionadas con el crimen organizado y vínculos con el ‘Cártel de Sinaloa’.
En México, desde marzo de 2023, la Fiscalía General de la República (FGR) lo investiga por delincuencia organizada en la modalidad de introducción ilegal de armas de fuego, municiones y explosivos al país.
Actualmente, tras su deportación de Estados Unidos en agosto de 2025 y detención inmediata en México, un juez federal lo vinculó a proceso por los cargos de delincuencia organizada y tráfico de armas, pero le otorgó libertad provisional con restricciones estrictas: no puede salir del país, ni acercarse a testigos, y debe cumplir con presentaciones periódicas.
La FGR tiene tres meses para fortalecer las pruebas, con la próxima audiencia programada para el 24 de noviembre de 2025. Si no presenta evidencia sólida, podría no formalizarse la acusación.
Su defensa califica los señalamientos como “anécdotas de camaradería” sin sustento, y el caso podría acarrearle hasta décadas de cárcel si se declara culpable.