La Selección Mexicana logró este domingo una victoria histórica al vencer 2-1 a Estados Unidos en la final de la Copa Oro 2025, disputada en el NRG Stadium de Houston.
Con este triunfo, el Tricolor no solo conquistó su decimotercer título del certamen, sino que también reafirmó su dominio en la Concacaf y selló un exitoso doblete tras haberse coronado en la Nations League meses atrás.
El equipo dirigido por Javier Aguirre, quien asumió el cargo con la meta de devolverle identidad y carácter al conjunto nacional, mostró temple y determinación para remontar un marcador adverso desde los primeros minutos del encuentro.
Chris Richards silenció a los aficionados mexicanos al marcar de cabeza al minuto 4 tras una desconcentración defensiva de Johan Vásquez y Edson Álvarez. Sin embargo, el golpe no descompuso al conjunto azteca. “La temple que mostró Aguirre en el banquillo la transmitió a sus dirigidos y de a poco ganaron terreno en la cancha”.
México no perdió la compostura y empezó a controlar el partido con un mediocampo liderado por Marcel Ruiz y Gilberto Mora. Fue precisamente Ruiz quien gestó la jugada que culminó en el gol del empate.
Al minuto 27, Raúl Jiménez marcó de media vuelta en el área un tanto espectacular, el número 43 de su carrera con el Tricolor, quedando a solo tres de alcanzar a Jared Borgetti. Además, el gol tuvo una dedicatoria especial: fue para su amigo Diogo Jota, recientemente fallecido en un accidente automovilístico.
Pese a que Estados Unidos intentó reaccionar, la Selección Mexicana no aflojó. Con el impulso ofensivo y un dominio claro del partido, los de Aguirre buscaron el gol de la victoria hasta el final. Y cuando todo apuntaba a tiempos extra, apareció el capitán Edson Álvarez. Con un certero cabezazo mandó el balón al fondo de la red de Matthew Freese. Aunque en primera instancia el tanto fue anulado por fuera de lugar, el VAR corrigió y validó el gol, desatando la euforia entre jugadores y aficionados.
“El Vasco le devolvió la alegría a la Selección y los triunfos”, luego de años de irregularidad y escepticismo por parte de la afición. Más allá del resultado, lo que se le exigía a Aguirre era que el equipo recuperara su carácter competitivo y conexión con la camiseta, y esa misión, por ahora, parece cumplida.
El próximo reto será consolidar un estilo de juego de cara al Mundial de 2026, cuya inauguración se celebrará el 11 de junio en el Estadio Azteca. Mientras tanto, el Tricolor puede celebrar una nueva era de gloria en el futbol de la región.